La desgarradora historia de un hombre que perdió a sus hijos en el terremoto de México: "murieron abrazaditos"

Los niños tenían 11 y 6 años. Se derrumbó el edificio donde vivían y tres pisos les cayeron encima. "Diosito los llamó, los necesitaba a mis muchachos".

La desgarradora historia de un hombre que perdió a sus hijos en el terremoto de México: murieron abrazaditos
23 Septiembre 2017

Desgarradoras historias surgen entre los escombros que produjo el terremoto de 7.1 grados de magnitud en México. Una de ellas es la de Julián Andrés y Jimena, dos hermanitos -de 11 y 6 años- que murieron abrazados luego de que colapsara el edificio Multifamiliar de Tlalpan, donde vivían junto a su madre.

Identificaron al argentino que falleció en el terremoto en México

Publicidad

El padre de los niños, Julián Astudillo, es colombiano y reside en Cali. En declaraciones a la prensa contó que luego de enterarse del sismo llamó a la madre de sus hijos. Ella respondió que no estaba en casa y que los niños estaban allí porque justo ese día no habían ido a la escuela. Allí comenzó la angustia.

Infografía: qué es el temible “Cinturón de Fuego”, el lugar donde la tierra tiembla

Publicidad

"Se quisieron quedar en la casa y sucedió lo que sucedió. De un edificio de cinco pisos se les cayeron tres encima. Estaban asfixiados y lo más doloroso es que murieron abrazaditos”, declaró Astudillo en diálogo con "Noticias Caracol".

El terremoto ocurrió después de las 13 del pasado martes. Los niños estuvieron bajo los escombros desde ese momento y hasta las 11 de la mañana del miércoles.

Qué es lo que tiene que tener la mochila de emergencia que deben preparar los mexicanos

"Los niños se escuchaban, de dos a seis de la tarde -del martes- todavía; se escuchaba que gritaban y todo, pero ya después no volvieron a escucharlos", dijo mientras se preparaba para viajar a México para darles el último adiós.

Video: esta “Frida” sí existe y está ayudando a rescatar personas en México

Astudillo no veía a sus hijos desde hace cinco años por problemas económicos. Gracias al esfuerzo de amigos y allegados pudo juntar el dinero para poder despedir a sus hijos.

"De haber estado en la escuela, los niños estarían vivos. Era el día que Diosito los llamó, los necesitaba a mis muchachos", dijo compungido.


Comentarios