Con sangre de campeones

Los Orlande, los Bascary y los García comparten no sólo la pasión por los “Blancos”, sino el haber participado en los últimos dos títulos del club

ESCALONADOS. Aníbal, Nicolás y Matías Orlande, con sus camisetas. “Antes de la final, les dije que las guardaran. Estaba seguro de que serían campeones”, dice Aníbal. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio ESCALONADOS. Aníbal, Nicolás y Matías Orlande, con sus camisetas. “Antes de la final, les dije que las guardaran. Estaba seguro de que serían campeones”, dice Aníbal. la gaceta / foto de Inés Quinteros Orio
29 Septiembre 2017

La ciudad de San Miguel de Tucumán cumplía 311 años. Alquilar un departamento de dos ambientes en el centro costaba alrededor de $ 300. No existían Facebook, Twitter, Youtube ni mucho menos Whatsapp; de hecho, casi nadie tenía celular, y los que habían parecían ladrillos. El peso valía lo mismo que el dólar. En la radio, sonaban Soda Stereo, Illia Kuriaky, El Símbolo, Los Piojos... En el plano deportivo, Atlético y San Martín coincidían en la B Nacional y se enfrentaban la misma tarde que el Boca de Carlos Bilardo se medía con el River de Ramón Díaz.

Así de diferentes eran las cosas en 1996, cuando Natación y Gimnasia conquistó el que hasta hace pocos días era su último título en el Anual de rugby. Eran días de felicidad extrema: la defensa de la corona obtenida el año anterior hacía pensar que, después de 34 años de sequía, por fin había llegado el tiempo de los “Blancos”. Entre tanto festejo, nadie podía imaginar que varios de los protagonistas de la siguiente hazaña ni siquiera habían nacido todavía.

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Es el caso de Matías Orlande (20 años), Gonzalo García (18), Tomás García (20) y Matías Bascary (20), algunos de los más jóvenes integrantes del plantel que sorprendió a todos ganando el Regional “Ángel Guastella”. Ser campeones en su primer año con el plantel superior no es lo único que comparten: también los une el hecho de ser hijos de jugadores que llegaron a la gloria en 1996.

“Compartir esto con mi hijo, que nunca lo había visto campeón al club, es una satisfacción inmensa. Y más siendo su entrenador. No tengo palabras”, se emociona Pablo Bascary, padre de Matías, presente en aquél triunfo sobre Lince que le dio a Natación su séptimo título. Comparten el sentimiento Gonzalo García (padre de Tomás y Gonzalo García) y Aníbal Orlande (padre de Matías y del capitán Nicolás Orlande).

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“Que mis dos hijos hayan abrazado el deporte que me apasiona y estén presentes en este plantel que hizo historia, es algo que me llena de orgullo. No sólo a mí, sino a toda mi familia”, infla el pecho Gonzalo García padre. “Después de tantos años, necesitaba darle esta alegría a mi viejo. Haber podido compartirlo con él y con mi hermano es una cosa de locos. Además, tuve como compañeros de equipo a mis tíos, Luis y ‘Kike’ Brizuela, así que es como un sueño todo esto”, resume Gonzalo Jr.

Su hermano Tomás no duda al elegir el momento que, supone, será el primero que se le venga a la cabeza cuando dentro de 20 años, alguien le pregunte por la campaña 2017: “el último minuto del partido contra Universitario, en la primera fecha del Súper 10. Dejamos la vida y no nos pudieron entrar. Fue lindo ganar así, y encima en su cancha. Fue un triunfo clave”.

Temibles

Entre los recuerdos de los ex “Blancos”, necesariamente aflora la gira por Europa que hizo el club en 1993, y que sirvió para amalgamar a los más jóvenes con los más experimentados y dar forma al equipo que sería campeón dos años más tarde. De todos modos, lo primero que se le viene a la cabeza a Aníbal Orlande al recordar al Natación de mediados de los ‘90 es su temible pack de forwards. “Había jugadores de otros clubes que se ‘lesionaban’ en el partido anterior para no tener que enfrentar a los forwards de Natación. Algunos no querían venir, porque la pasaban mal”, asegura.

“Dentro de ese pack había grandes jugadores, pero los de la primera línea eran bestias: Omar Hasán, Javier Martínez y Julio Coria. Yo los miraba y agradecía tenerlos como compañeros y no como rivales”, lo respalda Pablo Bascary.

Nicolás toma la posta del presente. “Yo estoy seguro de que al pack que tiene Natación hoy, también debe haber jugadores que no quieren enfrentarlo. Y la línea de tres cuartos que tenemos, la envidia cualquiera”, sostiene.

Virtudes

Una de las virtudes que llevaron a Natación a ganar su primer Regional (hasta 1998 sólo participaban equipos tucumanos) fue haber aggiornado su estilo de juego, dotándolo de mayor dinámica y profundidad. El Natación de antes, en cambio, se apoyaba principalmente en el poder de sus delanteros y en la disciplina para hacer lo que ordenaban los entrenadores Gabriel “El Mocho” Palou y José “Pepe” Migueles.

Sin embargo, lo que más necesitaba el Natación actual para ser verdaderamente competitivo era recambio. Y eso se lo dieron los juveniles que enriquecieron el plantel superior en los últimos dos años. “Es algo nuevo para nosotros. Antes, el equipo que empezaba era exactamente el mismo que llegaba jugando a fin de año. Eso no sólo provocaba desgaste, sino que hacía que los jugadores nos relajáramos, porque no había nadie que nos peleara el puesto”, compara Nicolás Orlande. “Hoy es diferente. Sin importar el puesto, vos sabés que atrás tuyo hay uno o dos chicos que se están rompiendo el alma por ganarse un lugar, y si no te partís el alma vos también, te lo van a sacar. Me pasó a mí, que me tocó ser capitán y también jugar en la Intermedia”, se pone de ejemplo el tercera línea.

Futuro

Tras superar ampliamente los objetivos que se había trazado a principios de año, a Natación lo esperan grandes desafíos en 2018: enfrentarse a los mejores equipos del país en el Nacional de Clubes, y luego revalidar el título en el Regional.

“El lunes ya nos reunimos con los entrenadores para hablar de la agenda 2018 y meter la cabeza en eso. Queremos hacer un buen papel en el Nacional, pero por ahora queremos seguir disfrutando de esto. Creo que tomará tiempo hasta que nos caiga la ficha. Personalmente, cumplí el sueño de llegar a la Primera de mi club, y encima de eso, me di el gusto de ser campeón”, destaca Matías Bascary.

“Más allá de ser campeones, creo que lo más lindo es que somos un equipo muy joven, con mucha proyección. Tenemos mucho por delante todavía, y creo que el club ha aprendido de sus errores. Esto recién comienza”, promete Matías Orlande.

Hasán: "Estos chicos me dieron una alegría tremenda"

Aunque radicado en Francia desde hace varios años, Omar Hasán estuvo pendiente de la campaña de Natación y festejó a la distancia como un hincha más.

“Estos chicos me dieron una alegría tremenda. Lo que hicieron es espectacular”, elogió el ex pilar de Los Pumas en diálogo con LG Deportiva.

Hasán fue una de las figuras del que hasta hace menos de dos semanas era el último Natación campeón de un Anual. “Me acuerdo más que nada de la final del 95, porque el club llevaba más de 30 años sin salir campeón, y por eso el festejo fue increíble. Recuerdo que no podía ni respirar, la gente se me tiraba encima, era una locura. Es uno de los recuerdos más lindos que me haya dejado el rugby”, rememora Omar.

“No me gusta comparar, pero creo que estos chicos de ahora la tuvieron mucho más difícil. El club pasó por una transición muy dura, pero finalmente trabajaron en conjunto y todos pusieron su granito de arena para que hoy Natación esté donde está”, destacó. “Aparte son muy jóvenes estos chicos. Hay jugadores que son hijos de ex compañeros míos, ¡y yo los había visto cuando eran bebés!”, agregó.

“Al club lo sigo a la distancia, y me encantaría poder ayudar a que siga creciendo. Lamentablemente, desde acá no es mucho lo que puedo hacer, pero me alivia ver que lo están haciendo muy bien. Yo a Natación le debo todo”, cerró Hasán.

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