El Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) es transparente, pero puede serlo más todavía. Esta conclusión se desprende de las opiniones que mandaron las listas de abogados de la capital y del sur que pugnan por ocupar cuatro sillas -dos titulares y dos suplentes para cada jurisdicción- en el órgano encargado de organizar concursos públicos para preseleccionar jueces (dos fórmulas no respondieron todavía el cuestionario de LA GACETA).
Los letrados matriculados elegirán representantes el 9 de octubre. En la capital compiten cinco listas: Marcelo Fajre-Julieta Tejerizo; Rodolfo Gilli-José Adle; Marcelo Seidán-Pablo Cifre; Jorge Conrado Martínez-Alfredo Falú y Martín Robles Levin-Susana López. Cuatro binomios se inscribieron para el sur: Pamela Ibarra-Luciano Antezana; Diego Vals-Martín Tello; Ricardo Maturana-Silvia Rivero, y Rubén Zingale-Gabriel Álvarez.
Las posturas
“La transparencia del CAM es un deber ser al que continuamente hay que seguir tendiendo y mejorando. Somos de la idea de volver a poner en internet los debates y las resoluciones del Consejo, y, además, de incluir una síntesis de esos actos en las redes sociales públicas para que sean accesibles a la mayor cantidad de ciudadanos, con la intención de que aporten opiniones”, dijeron Robles Levin y López.
Seidán y Cifre evaluaron que el CAM había mejorado en cuanto a transparencia, pero enunciaron que siempre era posible perfeccionar el sistema. “En cuanto al acceso a la información, el CAM está entre los órganos más abiertos del país, sin embargo, proponemos incluir expresamente cuáles son los requisitos para ser jurado en un concurso, y que la designación sea por sorteo y se incluya expresamente en el reglamento”, agregaron los postulantes.
“La normativa aplicable brinda la mayor transparencia posible. Las sospechas siempre existen por el lado del accionar de las personas que deben cumplirla o hacerla cumplir, por lo que allí corresponde centrar los esfuerzos de control”, opinaron Martínez (consejero suplente saliente) y Falú.
“El CAM tiene un alto grado de transparencia: ello se consiguió principalmente con el sistema de sorteo público de los jurados que toman el examen mas importante y que más puntos otorga (55), modificación impulsada por nuestro consejero y candidato Adle. Sugerimos el sistema de doble anonimato para el caso de impugnación de los exámenes: con ello lograremos un alto grado de objetividad en la calificación”, manifestaron Gilli y el propio Adle (consejero titular saliente).
Fajre y Tejerizo comentaron: “la transparencia es esencial para el funcionamiento del Cam y el norte que garantiza la posibilidad de una nueva administración de justicia. Siempre es posible transparentar más los organismos públicos y aprender de los errores. En este caso, se podría avanzar hacia dos aspectos centrales: la difusión en línea y tiempo real de la ejecución presupuestaria, y de los concursos, en particular, la asignación del puntaje para los antecedentes”.
Vals y Tello (consejero titular saliente) dijeron: “el CAM difunde sus actividades en una página web (camtucuman.gob.ar) donde constan las actas de sesiones, los concursos en trámite, las ternas elevadas, las entrevistas filmadas de los postulantes, los acuerdos e informes de gestión. Estas son las fortalezas en materia de transparencia. Pero, en función del grado de madurez y de crecimiento de la institución, estos estándares se pueden revisar, ajustar y mejorar”.
“Compromiso”
Ibarra y Antezana reflexionaron: “la transparencia en el funcionamiento del CAM es un dato ‘oscilante’ en la corta vida del organismo (fundado en 2009). El aspecto estructural (conformación por representantes de distintos estamentos) es primordial a la hora de procurar la despolitización del organismo. Sin embargo, esto sólo será posible a través de un compromiso genuino de las autoridades. En este sentido, consideramos clave el rol del consejero de los abogados en la mesa del CAM”.