“Cuando era chiquito lo veía pelear. Nunca pensé en formar parte de una cartelera con él. No me achiqué y dije: ‘es mi oportunidad de mostrarme’”, le contó Diego Ruiz a LG Deportiva. “El Profeta” defendió por segunda vez el título argentino categoría gallo con una soberbia victoria por nocaut técnico ante Silvio Arano. Su triunfo fue un preludio a la altura de la victoria, también por la vía rápida, de Omar Narváez, el mismo que Ruiz veía boxear cuando era niño; el chubutense derrotó al ruso Nikolai Potapov en la velada que se desarrolló en el estadio Obras Sanitarias, en Buenos Aires.
Degustando un café con leche en el aeroparque “Jorge Newbery” de Buenos Aires, “El Profeta” contaba los minutos para regresar a la provincia. Así que era una buena manera, para matar la espera, hablar de lo que sintió en una noche en la que él fue protagonista junto a su ídolo. “Tenía pensado ir de menor a mayor en la pelea. Demoliendo a mi rival, porque sabía que era la primera vez que peleaba a 10 rounds y eso le iba a jugar en contra. No estaba ciento por ciento seguro de que iba a noquearlo, pero sí sabía que iba a vencerlo. Creo que Dios tiene los momentos justos para cada uno”, sostuvo “El Profeta”, ferviente hombre de fe.
La resolución del combate llegó en el quinto round, cuando el juez Gustavo Tomas consideró que Arano no tenía la fortaleza para seguirle el ritmo a Ruiz. Los que no lo creyeron así fueron los espectadores, que repudiaron el fallo. “Silbaron no por la pelea, sino porque querían seguir viendo más. Estábamos brindando espectáculo”, afirmó. El análisis del campeón es acertado. Su victoria fue vistosa: descargó golpes múltiples varias veces y Arano cayó dos veces.
Minutos después, Narváez fue quien se encargó de satisfacer la necesidad de la gente. “Me preparé mejor que nunca. Sabía que tenía que castigarlo al cuerpo”, expresó. “El Huracán”, con la victoria por nocaut técnico en el séptimo round ante Potapov, tiene la oportunidad de enfrentar al campeón regular gallo de la Organización Mundial de Boxeo, el sudafricano Zolani Tete.