La eterna juventud de Cristian Lucchetti

El arquero “Decano” fue clave en la clasificación a las semifinales de la Copa Argentina. A los 39 años, asegura que siente los mismos nervios y las mismas ganas de atajar de cuando era chico y soñaba con triunfar en el fútbol.

IMAGEN REPETIDA. Lucchetti le gana el duelo a Romero. Los delanteros de Vélez no pudieron quebrar la resistencia del arquero “decano”. foto de josé almeida (especial para la gaceta) IMAGEN REPETIDA. Lucchetti le gana el duelo a Romero. Los delanteros de Vélez no pudieron quebrar la resistencia del arquero “decano”. foto de josé almeida (especial para la gaceta)

“No quieren que el 2017 se termine más, ¿verdad Cristian?”, le preguntan a Lucchetti. “Sí, que se termine, por favor, que necesitamos vacaciones”, respondió el arquero que aún sin guantes en las manos, seguía atajando de forma brillante. Esta intervención no generó los aplausos que había recibido desde las tribunas del estadio “15 de Abril” pero sí risas generalizadas.

El pedido no es ninguna locura: a sus 39 años (en junio próximo cumplirá los 40), “Laucha” jugó durante casi 10 meses seguidos, prácticamente sin respiro, y el martes jugó uno de los mejores partidos de su carrera. Lo que equivale, claro, a muchísimas atajadas.

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Contra Vélez, en total, fueron 10. Pero este cálculo no contempla las intrascendentes. Hablamos de 10 atajadas que pusieron fin a llegadas muy claras. “Fueron muchas. En algunas definieron mal; en otras tuve suerte y en el resto estuve bien parado”, analizó sobre su labor. Bastante modesto para una actuación que sacó de quicio a su rival.

Incluso en el penal ejecutado por Matías Vargas pudo verse que el volante ejecutó de una manera extraña. Como si la hubiera querido picar pero dándole más velocidad. Claro, ya habían probado de 1.000 formas y no habían podido vencer al arquero “decano”.

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Un premio merecido

Tras darle a Atlético la clasificación a semifinales de la Copa Argentina por primera vez en su historia, muy previsiblemente, el arquero se llevó el premio al “Jugador del Partido”, en este caso auspiciado por una marca de lubricantes. Los chistes en el vestuario sobre aflojar los huesos de un cuarentón también supo sacarlos al córner pero no sin antes hacerse cargo de que el descanso será bienvenido cuando llegue diciembre.

“Desde el 2 de enero que venimos entrenando. Por lo menos yo necesito unos días”, explica. Atlético es, con 40 partidos, el equipo que más jugó oficialmente en todo el fútbol argentino. Justamente en enero arrancó su participación en la Copa Libertadores y a mitad de año, lo que deberían haber sido unas vacaciones de invierno, se transformaron, en entrenamientos para jugar la Copa Sudamericana.

De esos 40 partidos, Lucchetti jugó 37, lo que equivale a un partido cada siete días. Pero no hablamos de un torneo, ni siquiera un semestre. Hablamos de más de nueve meses ininterrumpidos. Y todo eso, repetimos, a sus 39 años y batallando contra la diabetes.

“Esto no tiene que ver con el DNI, son las ganas de seguir entrenando. Hay algunos que se dejan llevar por los años pero no es mi caso. No sufro, tengo ganas de jugar y de aprender. Antes de un partido sigo teniendo la misma ansiedad que sentía cuando debuté”, explica el arquero cuyo DNI indica que nació el 26 de junio de 1978 pero que tranquilamente podría decir de 1990 si se tiene en cuenta el nivel que muestra en la cancha.

En esos tres partidos que no pudo jugar en el año (todos en el primer semestre), por lesión, lo reemplazó Josué Ayala. Alejandro Sánchez, el nuevo arquero suplente del equipo, todavía espera su chance pero como puede verse, Lucchetti sigue teniendo ganas y motivación para atajar cuando y donde sea. “El sábado queremos jugar, no tenemos ninguna excusa. Las vacaciones, que son merecidas, serán después”, aclara.

Y claro, ¿cómo se gana el afecto de los hinchas si no es jugando? Compitiendo salvajemente por estar en cada partido sabiendo que ante una ausencia, todo puede pasar. Así es como jugó toda su carrera y principalmente este año, plagado de atajadas históricas y partidos apoteósicos.

Un flojo comienzo

Si tuviéramos que hacer un pequeño repaso, la casualidad quiso que 2017 no empezara bien: en el partido contra El Nacional de Quito, en Tucumán, salió tarde a cortar un centro (la pelota provino de un lateral) y recibió el primer gol. Pero después sería todo suyo. Una atajada clave y a quemarropa frente a Junior, en Cartagena, evitó venir al Monumental 0-2 abajo. Ante el mismo rival pero en 25 de Mayo y Chile, en los minutos finales, atajó la pelota que, de haber entrado, no hubiese permitido escribir la historia que escribió Atlético este año.

Aunque finalmente haya terminado con la eliminación del equipo, “Laucha” atajó un penal en el partido de vuelta contra Independiente por los octavos de la Copa Sudamericana.

En el inicio de la Copa Argentina, el arquero atajó dos penales y metió uno en la serie ante All Boys, en Salta. Y finalmente, su gran noche en Santa Fe. En el medio, decenas de salvadas que quizás no parezcan tan determinantes pero fueron edificando un año soñado que necesita llegar a su fin, según él, entre risas.

Lucchetti esperará hasta diciembre para descansar, pero está claro que si quisiera tomarse licencia ahora, nadie podría decirle nada. Y menos recriminárselo.

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