Los abogados se habían presentado en Tribunales para avisarle a la fiscala María del Carmen Reuter que su defendido, Mauricio Díaz, estaba a disposición de la Justicia. Sin embargo, allí le informaron que lo acusaban de lesiones gravísimas y que debía declarar por haber herido a Sofía Villagrán en un intento de robo ocurrido en Villa Carmela.
En mayo, la joven se encontraba en la casa de Díaz, su novio. En un principio se dijo que la joven había sido herida por un “motochorro” durante un asalto y la Policía detuvo a un tal “Dientudo” por el hecho. Se lo acusó de tentativa de robo agravado y tentativa de homicidio y luego se le dictó la prisión preventiva.
Nunca apareció el arma que habría dejado paralítica a Sofía Villagrán
Cinco meses después de haberse producido el hecho, Villagrán, representada legalmente por Pablo Rivera, declaró lo que había sucedido ese día. Dijo que el asaltante no había sido el autor del disparo, sino su novio. Contó que Díaz tomó su arma para tratar de evitar el robo y cuando se dirigía al balcón, se tropezó con una cama y produjo de manera accidental el disparo que la terminó hiriendo.
“Lo presentamos y pusimos a disposición de la Justicia porque entendíamos que podían solicitarle su detención. Cuando nos dijeron de qué estaba acusado, lo presentamos, pero recomendamos que no declarara hasta que analicemos el expediente”, explicó Rodrigo Bilbao que, junto a Carlos Saravia Jiménez, defienden al joven.
Los profesionales explicaron que Díaz está pasando por un pésimo momento. “Está quebrado por todas las cosas que están pensando. Tenía miedo de quedar detenido. A su tiempo explicará todo lo que sucedió. Él estuvo en Buenos Aires con ella y existe una excelente relación entre ambas familias”, destacaron en una charla con LA GACETA.
Pese a que la chica dijo que no pretendía acusar a Díaz, la fiscala Reuter le imputó lesiones gravísimas. Al no tratarse de un delito doloso, es excarcelable, aunque lo mismo deberá enfrentar un tribunal.
La primera vez
Díaz ya había declarado ante la fiscala Reuter, pero en ese caso como testigo. En aquella oportunidad había relatado cómo se produjo el hecho, pero jamás dijo que él había disparado el arma, aunque haya sido de manera accidental. Siempre según sus dichos, se había preocupado por dejar en claro que él no estuvo en la habitación donde se produjo el hecho.
También indicó que en el lugar estaba un hermano, su madre y su novio, pero ninguno de ellos dijo en algún momento que Díaz había sido el autor del disparo.