Una decisión que debe ir acompañada de otras medidas

12 Noviembre 2017

CHRISTIAN BUTELER | ANALISTA FINANCIERO

Esta semana, y por segunda vez consecutiva, el Banco Central (BCRA) decidió elevar la tasa de referencia de la política monetaria llevándola a 28,75% unos 100 puntos básicos más.

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En la anterior reunión, hace 15 días, la había subido otros 150 puntos básicos.

¿Por qué sube la tasa el BCRA? La primera respuesta es porque la inflación no baja, en los últimos dos meses la inflación interanual ha subido, en julio pasado estaba en 21,4% y en septiembre llegó a 23,8%.

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Las metas de 17% han quedado lejos y ese era el mayor objetivo que se había propuesto el BCRA. A esto tenemos que sumar que se viene nuevos aumentos que obviamente impactarán en el índice inflacionario, haciéndole el trabajo aún más difícil a las autoridades monetarias.

El Central ha decidido, hace rato, combatir la inflación con la única herramienta de la tasa. Eso nos ha llevado a ver tasas del 40% en el 2016 y este año estamos orillando el 30%.

El resultado fue que en ninguno de los dos años pudimos estar cerca de los objetivos planteados. Eso sucede porque con tasa solo no se puede bajar la inflación, qué tasa se necesita para absorber un 12% de suba en el precio de los combustibles, o un 30% en el valor de las tarifas de electricidad o gas.

Vamos terminando 2017 y nos acercamos a un año donde la meta es aún más exigente (12% como máximo) el BCRA necesita entrar al nuevo año con una inercia inflacionaria mucho menor a los valores actuales o corre el riesgo de quedar fuera de las metas demasiado pronto.

El impacto que tendrá esta nueva suba lo veremos primero en las tasas de lebacs que ajustaran a estos nuevos valores, un mejor rendimiento para el peso hace que el dólar siga atrasándose y parte de esta suba posiblemente también se traslade a otras líneas de créditos como descubierto, tarjetas o préstamos personales.

Tampoco podemos dejar de mencionar que con cada suba de tasa se le hace más oneroso al Central retirar pesos y lo obliga a pagar más intereses.

En resumen, una suba de tasa encarece el costo del dinero para todos. También trae riesgos sobre la incipiente recuperación que estamos viendo, la tasa invita al consumidor a ahorrar más dinero y postergar compras en virtud de poder obtener un mayor rédito.

Una suba de tasa aplicada en forma solitaria y como única medida para controlar la inflación no es ni será suficiente para que la misma baje a niveles normales (menos de 10%), la Argentina necesita un trabajo coordinado entre el Banco Central y el Ministero de Hacienda en pos de terminar con este flagelo que nos viene afectando hace tantos años. Mientras esto no se dé seguiremos siendo de los países con mayor inflación en el mundo.

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