15 Noviembre 2017
BUENOS AIRES.- Alejandro Vandenbroele, el supuesto “testaferro” del detenido ex vicepresidente, Amado Boudou, acordó volver este viernes a los tribunales federales de Retiro, para comenzar a declarar en el marco del Programa de Protección a Testigos e Imputados, de acuerdo a un acta que suscribió con el fiscal federal Jorge Di Lello.
Al término de una entrevista que mantuvo el lunes en la fiscalía y luego de una reunión a solas con su defensor oficial, Vandenbroele fue incorporado en forma provisoria al programa de protección de testigos, y se fijó para el viernes, a las 8:30, la cita con Di Lello.
La condición de “testigo protegido” hace imperativo un “plan de seguridad adecuado” y en eso trabaja el Ministerio de Justicia a través de la Oficina de Protección de Testigos. “La Oficina estaba prácticamente desarticulada. Solamente se usaba para pagar algunos gastos y algunas situaciones vinculadas a delitos de lesa humanidad”, explicó el ministro de Justicia, Germán Garavano. Según Garavano, “del tribunal (Vandenbroele) se retiró protegido a un lugar seguro”.
Amado Boudou y José María Núñez Carmona, amigos y socios -según la Justicia-, no se hablaban desde la madrugada del 3 de noviembre, cuando ambos fueron detenidos por orden del juez federal Ariel Lijo. Como corresponde por protocolo, desde ese día no tienen contacto entre ellos. Ayer se volvieron a ver las caras y aprovecharon la previa de una de las audiencias del juicio oral y público por el caso Ciccone para ponerse al día. El reencuentro tuvo un condimento especial: el giro de Vandenbroele, otro de los acusados del caso.
“¿Qué puede decir (Vandenbroele)? No me puede afectar con nada”, le habría confiado Boudou a sus allegados, según Infobae.com.
En tanto, el ex jefe de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Economía, José Capdevilla, declaró ayer como testigo y explicó por qué se fue del país en 2014, luego de denunciar amenazas y persecuciones. Volvió con el cambio de gobierno, 18 meses después. (Télam/infobae.com)
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