Los secretos de un elixir perfecto

Un perfume no es sólo una mezcla de alcohol y aceites esenciales que origina una fragancia perdurable. El perfume es más bien un elixir con vida propia; una pócima que establece lazos invisibles entre las personas. Es -como diría el poeta Paul Claudel- la esencia de los dioses, el humo de los elfos... el rayo de los sentidos. Incluso hasta tiene el mágico poder de cambiar el humor. Por eso, a la hora de elegir un perfume, es primordial tener en cuenta algunos consejos.

El primero, que las fragancias se dividen en varios tipos según su concentración. El “parfum” es la preparación que contiene la mayor concentración de aceites esenciales (entre el 15% y el 45%). Le sigue, en escala descendente, el “eau de parfum”, con una concentración del 15%, y luego el “eau de toilette” o agua de baño y el “eau de cologne” o agua de colonia, que tienen la misma concentración (de 7% a 15%), con la diferencia de que en esta última predominan los aromas cítricos. Entonces, a más concentración de esencia, más duración de fragancia.

Una vez que se definió qué tipo de perfume se quiere usar, hay que identificar el aroma. Y, para eso, se debe conocer los diferentes tipos de familias aromáticas. Están los cítricos, que tienen componentes como la mandarina, el limón o el pomelo; los herbales, con aromas a hojas, o a follajes de árboles; los orientales, a base de especias como la vainilla y la canela; los frutales, con toques dulces pero refrescantes, y los amaderados, que tienen notas de leña, musgo e incienso.

A la hora de probarse el perfume, siempre hay que hacerlo sobre la piel. Esto es fundamental porque el ph -es decir el grado de acidez de cada piel-, puede hacer variar el aroma final.

Los especialistas aconsejan colocarse la fragancia en los puntos del cuerpo con mayor pulsación: las muñecas, el cuello, los antebrazos y detrás de las rodillas. Y, en el caso de los hombres, también detrás de la solapa del saco. La emblemática Coco Chanel solía decir: “el perfume colocado estratégicamente en el cuerpo, anuncia la llegada de una mujer y prolonga su salida”.

Por último, no hay que olvidar que un buen perfume evoluciona a medida que pasa el tiempo, así que lo mejor es dejarse guiar por la primera impresión. Por ejemplo: la fase inicial del aroma dura sólo 15 minutos; es lo que los expertos llaman “nota de salida”. Le sigue otra fase que se extenderá por 40 minutos (las notas de cuerpo o corazón) y, por último, llega la tercera fase (notas de fondo), que permanecerá por varias horas. Por eso es importante probarse un perfume en la piel y dejar que evolucione hasta su última fase, antes de comprarlo.

La nota
La misteriosa fórmula del Chanel n°5
Algunos perfumes no usan aceites esenciales de flores naturales, sino que utilizan en muchos casos fragancias sintéticas generadas en laboratorio. Ese es el caso del emblemático Chanel N°5, concebido para que no oliera a ningún aroma conocido. Fue el primer perfume abstracto de la historia. Su fórmula aún es un completo misterio, pero los expertos dicen que tiene Nerolí con una sublime armonía de Rosa y de Jazmín de Grasse.

Lo revolucionario
Calvin Klein creó un nuevo concepto
El primer perfume unisex fue el CK One de Calvin Klein. Lo lanzó en 1994 y revolucionó el mundo de las fragancias con este concepto. Se convirtió en la fragancia más vendida del mundo. Llegaron a comercializarse hasta 20 frascos al minuto durante 24 horas al día. Hoy ya es un clásico, pero sigue vendiéndose como pan caliente por su aroma veraniego, elaborado con cítricos, flores y almizcle.

¿A qué huele?
“Dolce rosa” de dolce & Gabbana
Este perfume creado en 2015 es una maravillosa combinación de esencias de rosas. Según la marca, es el primer perfume que dedica sus notas aromáticas a las rosas utilizando, principalmente, dos variedades de esta flor: African Dog Rose y Turkish Rose Absolute. A estas, que son las notas de corazón de la fragancia, se unen sus notas de salida y fondo: las primeras son neroli, papaya y lilas y las segundas de musgo, madera de sándalo y especias. La fragancia fue presentada con un corto protagonizado por Sofía Loren, dirigido por Giuseppe Tornatore y musicalizado por Ennio Morricone. Tres italianos de excepción que han dejado su huella en el cine y, ahora también, en el sofisticado mundo de los aromas.