Willem Dafoe se luce en el papel de un hombre común

Moonee (Brooklynn Prince) tiene seis años y sueña con ir a Disney World. Lo más cerca que ha estado del emblemático país de los sueños es en un motel de las afueras de Orlando (Florida), llamado Magic Castle Motel. Es allí donde vive con su joven madre Halley (Bria Vinaite), una mujer soltera y a la deriva que se busca la vida siempre al borde de la legalidad.

Moonee se pasa el día jugando con su amiga Jancey (Valeria Cotto) en un escenario donde el alcohol, las drogas y la prostitución son el telón de fondo. Lo más parecido a un padre que Moonee tiene es Bobby (Willem Dafoe), el gerente del motel, un hombre cauto y diligente que es un auténtico ángel guardián. Sin duda el verano promete ser inolvidable para Moonee.

Una estrella del cine indie, Sean Baker, dirige esta película sobre una pequeña gran historia, que coescribe junto a Chris Bergoch. Fue filmada en 35 milímetros, y Baker confesó que rodó la escena final en Magic Kingdom, dentro de Walt Disney World, grabando con un smartphone, sin conocimiento ni autorización del parque. En un elenco de brillantes artistas no profesionales, el único nombre conocido es el de Dafoe, que vuelve a lucirse (fue nominado a mejor actor en Globos de Oro, Bafta y Oscar) en el papel de un hombre común.

A Defoe se lo considera uno de los actores más singulares de Hollywood (ya antes cargaba dos nominaciones al Oscar por actor de reparto). Mostró su talento con interpretaciones de múltiples personajes, de villanos, poetas y militares a vampiros, en más de 50 películas de todo tipo. En febrero, el Festival de Cine de Berlín le entregó el Oso de Oro a la trayectoria. En su homenaje se proyectaron algunas películas cuyos directores dan la dimensión artística de Defoe: “Anticristo, de Lars von Trier; “Desenfocado” (Paul Schrader); “La última tentación de Cristo” (Martin Scorsese); “Vida acuática” (Wes Anderson); “Mississippi en llamas” (Alan Parker); “Pasolini” (Abel Ferrara); “Vivir y morir en Los Ángeles” (William Friedkin), “Pelotón” (Oliver Stone) y “La sombra del vampiro” (E. Elias Merhige).

Dafoe aceptó ser parte de “Proyecto Florida” luego de leer el guión. Dice que simplemente le fascinó. Allí, su personaje -aclamado por la crítica- se va deshaciendo en capas a medida que se involucra en la vida de la madre joven y de su hija pequeña.