Un inocente juego se sale de control

El entorno de jóvenes universitarios norteamericanos aburridos que deciden matar el tiempo con juegos simples que se tornan peligrosos en rondas de alcohol, es un terreno recorrido por el cine en innumerables ocasiones. Encontrar originalidad y atractivo en una nueva película con esa idea matriz es el primer desafío que afrontó el director Jeff Wadlow al ponerse detrás de cámara para “Verdad o reto”.

Esta producción mezcla el ritmo del thriller con la presión del suspenso sobrenatural que comienza cuando los jugadores sufren extraños castigos al mentir o negarse a cumplir los desafíos. Las reglas rotas pueden llegar a poner en riesgo la vida de los protagonistas, que se comprometieron a un pasatiempo supuestamente inofensivo que se les va de las manos cuando uno de los presentes explicita lo que está pasando: “no me importa que mueran otros si así sobrevivo yo”, afirma.

Cuando el grupo decide decir siempre la verdad, un poder extraño toma el control del juego y los enfrenta a pruebas horribles y peligrosas, que pasará de uno a otro hasta que la posesión concluya o nadie quede con vida, en una espiral que recuerda a la saga de “Destino final”. El ente los persigue donde sea que vayan hasta que consigan que alguien los reemplace.

El control del filme es de Blumhouse Productions, que acredita éxitos en esta temática como “Feliz día de tu muerte”, “Fragmentado” y “Huye”, nominada al Oscar este año. Wadlow tiene como antecedente en su labor haber dirigido “Kick Ass 2”, y es coautor del guión junto a Christopher Roach, Michael Reisz y Jillian Jacobs. Las actuaciones centrales son de Lucy Hale y Tyler Posey.