Una voz conocida puede ser peligrosa

El cine surcoreano se ganó un espacio en la cartelera del mundo con una sucesión de películas sorprendentes y de una fuerza inusual, en distintos géneros. Presencia recurrente en los festivales más importantes, las salas programan cada vez con mayor asiduidad los títulos que les llegan de ese origen, en especial cuando se trata del muy rentable género del terror.

“No sigas las voces” se inscribe en esa moda, con el agregado de que parte de una leyenda tradicional de su país, sobre una misteriosa criatura que imita sonidos de personas muertas para atraer a quienes serán sus próximas víctimas. El temible Jangsan (evoca a un enorme tigre blanco) habita la zona rural en el monte Jang, donde va a vivir la familia de la pequeña Jun Hee y encuentran a una niña que puede imitar su voz infantil, lo que despierta los miedos más profundos.

Ahora deberán cuidarse en extremo para no ser fácilmente engañados y quedar a merced de los planes malvados del animal monstruoso que se oculta entre la vegetación. Nada será fácil, ya que sobre el grupo pesa la tragedia de haber perdido a un niño, desaparecido en una cueva tiempo atrás. La madre asume la responsabilidad de proteger a todos.

Esta es la segunda película del director Jung Huh, quien además escribió el guión con una lógica distinta al terror occidental tantas veces visto.

› MIMIC: NO SIGAS LAS VOCES  
DIRECCIÓN: Jung Huh. AÑO: 2017.
GÉNERO: Terror, drama. ORIGEN: Corea del Sur.
CON: Hyuk-kwon Park, Jung-ah Yum, Jin Heo, Shin Rin-Ah y Jun Hyeok Lee.
DURACIÓN: 100 minutos. CALIFICACIÓN: para mayores de 16 años.