Afganistán vivió hoy una jornada sangrienta con atentados en el sur y en la capital Kabul, estos últimos reivindicados por la milicia terrorista Estado Islámico (EI), que dejaron decenas de civiles muertos, entre ellos varios periodistas y niños.
El más grave fue un doble ataque en el barrio diplomático en la capital Kabul, donde perdieron la vida 25 personas y 49 resultaron heridas, según confirmó a la agencia de noticias DPA el portavoz de la policía, Hashmat Stanakzay. Según la organización Reporteros sin Fronteras, entre los fallecidos hay nueve periodistas, un fotógrafo de la agencia francesa AFP y otros ocho de medios afganos como la emisora Tolo News o la radio RFE.
Otro gran atentado tuvo lugar en la provincia de Kandahar, donde un suicida se hizo volar por los aires cerca de una mezquita llevándose la vida de 11 niños. Además, en la provincia de Nangarhar perdió la vida un funcionario de la Policía.
Los dos atentados de Kabul, cuya autoría reivindicó el EI, que habló de más de 110 heridos, se produjeron en un breve intervalo durante la hora punta laboral en el barrio de Shashdarak, donde se encuentran, entre otros edificios, el cuartel general del servicio secreto NDS, la embajada de Estados Unidos y el cuartel general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Primero, un terrorista hizo estallar su motocicleta cargada de explosivos en un puesto de control cerca del cuartel general del NDS, dijo a dpa el portavoz policial de Kabul. Las fuerzas de seguridad confirmaron a medios locales que las víctimas eran civiles.
Poco después, un terrorista suicida que llevaba una cámara, supuestamente para hacerse pasar por un periodista, se voló por los aires entre un grupo de reporteros que estaban cubriendo el primer atentado y donde varias personas llegaban a atender a los heridos, agregó el portavoz Stanakzay. La agencia de noticias francesa AFP confirmó la muerte del jefe de su equipo de fotógrafos, Shah Marai.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se mostró hoy "indignado" por los ataques, en particular porque estuvieron dirigidos a periodistas, algo que en su opinión muestra el alto riesgo que enfrentan en su "trabajo esencial". Asimismo, pidió a las autoridades llevar a los reponsables ante la Justicia.
Los ataques de hoy son ya el octavo mayor atentado en Kabul desde comienzos de año. En los primeros cuatro meses de 2018 fallecieron al menos 254 personas y resultaron heridas 368 en la capital afgana.
En el sur, un suicida se llevó la vida de 11 niños en un atentado cerca de una mezquita en el distrito de Daman, en la provincia de Kandahar, en el que también resultaron heridas 16 personas, entre ellas nueve civiles, dos policías y ocho soldados rumanos. Los militares se encuentran estables, informó la misión Resolute Support de la ONU. Según la Policía, el terrorista hizo estallar su vehículo al paso de un convoy de soldados extranjeros.