Los vecinos apelan a un árbitro por una laguna con deshechos en la capital
Un grupo de vecinos del barrio La Margarita pidió la intervención de la Defensoría del Pueblo para que drenen y tapen una laguna fétida, que denuncian que se ha formado por líquidos cloacales. El ombudsman, Fernando Juri Debo, adelantó que realizarán audiencias de mediación con funcionarios de la Municipalidad de San Miguel de Tucumán, de la Sociedad Aguas del Tucumán (SAT) y de Recursos Hídricos para solucionar el reclamo.
“Es muy preocupante. Es algo que hay que erradicar. Apenas conocimos los reclamos solicitamos que el Sistema Provincial de Salud (Siprosa) tome una muestra de agua de la laguna para conocer precisamente qué nivel de contaminación tiene ese sitio, qué riesgo corre la gente que vive allí”, informó el titular de la Defensoría.
Un pedido urgente
“Es un desastre, no se puede vivir en estas condiciones. Esa laguna llena de porquerías rebalsa y no hay forma de entrar o salir del barrio”, describió Francisco Moreno, vecino de la barriada. Moreno, junto a otros 200 vecinos, firmó una nota presentada a la Defensoría del Pueblo, con el asesoramiento de los militantes sociales Matías Zelarayán y Martín Abusetti.
“A raíz de las notas publicadas en un periódico provincial, ha tomado conocimiento público la existencia de una laguna de aguas servidas y desperdicios de aproximadamente 100 metros cuadrados, con la que convivimos hace 10 años. Amén de olores nauseabundos, la laguna afecta de manera directa la salud de quienes convivimos diariamente con ella. Atenta contra los más elementales derechos a un medioambiente sano, el cual cuenta con protección legal, constitucional y de tratados internacionales”, reza la presentación.
“Queremos establecer quiénes son los responsables, quiénes se tienen que hacer cargo de solucionar esta laguna”, dijo Abusetti. “En el barrio no sólo reclaman por el problema de la laguna, les faltan un montón de servicios. La diversión de los chicos se dar vueltas corriendo o en bici alrededor de la laguna por horas. Están todo el tiempo con el riesgo de caerse, y tiene al menos un metro de profundidad”, agregó Zelarayán.
Juri Debo adelantó que recibieron denuncias y presentaciones de varios vecinos en las últimas dos semanas. Explicó que buscará conocer por qué se formó, qué riesgos a la salud implica y su nivel de toxicidad. “Así sabremos qué medidas tomar no sólo para drenarla, sino qué acciones sanitarias realizar. Nuestro objetivo es que mejoren las condiciones de vida de esta gente. Nos preocupa a sobremanera, porque los informes preliminares que tenemos dan cuenta de que hay niños con algunas afecciones que podrían ser por el contacto con la laguna contaminada”, finalizó.
A 20 cuadras del centro
Para llegar a La Margarita hay que doblar a la derecha desde la avenida Juan B. Justo al 1.800 y tomar por El Salvador -la del Cementerio del Norte- cuatro cuadras hasta Diagonal Norte. Después de tres cuadras hay que volver a doblar a la derecha por la Calle 41, que los vecinos de la zona bautizaron pasaje 17 de Octubre. Las calles son huellas delimitadas por los yuyos que crecen a los costados de las casas. Sólo hay una vía de acceso, porque otros predios privados amurallados encierran la barriada. No tienen cloacas; la red de agua potable es precaria; tienen luz, pero no alumbrado público; no tienen recolección de residuos y tienen gas de garrafas.
Cuando LA GACETA recorrió la zona en marzo, las pérdidas cloacales de los barrios cercanos se unificaban en una acequia de aguas negras que alimentaban la laguna, que ocupa casi una cuadra, desde la calle Francisco de Mendioroz.
La SAT y la Municipalidad deslindan responsabilidades por la laguna
El titular de la SAT, Fernando Baratelli, había informado a este diario en abril que repararon las pérdidas cloacales de los barrios cercanos y que las aguas servidas no podían ser las culpables de formar la laguna. El secretario de Gobierno municipal, Walter Berarducci, había culpado a la SAT: “este problema es una consecuencia más de la desatención, el desapego y del abandono de gestión de la SAT. Este es directamente un atentado ambiental para los vecinos”, cargó. Explicó que, en caso de que la SAT no drene la laguna, el municipio analizará cómo sanear el pantano.