El Rally Dakar, ese sueño aún indefinido para los Bollero

Rodolfo, quien está dejando una huella profunda en el Canav junto con su hijo Nicolás, explica las razones de su buen rendimiento.

28 Junio 2018

Seis carreras hechas en el Campeonato Argentino de Navegación, todas ganadas. Rodolfo Bollero, 47 años y Nicolás, su hijo de 21, tienen un invicto envidiable, al comando de una Toyota SW4 de la categoría T2 diésel. Cómo se sienten, cómo lo hacen, cuál es el panorama que enfrentan, son respuestas que el piloto dio a LG Deportiva con su habitual frontalidad.

- El invicto que tienen, ¿les pesa?

- No, pero sabemos que hay gente a la que le molesta que estemos ganando seguido. Están quienes van pura y exclusivamente para ver si nos rompen la racha.

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- ¿Qué pasará si lo pierden?

- Nada. Más allá del factor de coordinación, de trabajo, de esquema de equipo, también hay un factor suerte. Es algo que está para todo el mundo, un poco más, un poco menos, pero está, influye. Tenés más suerte si a las cosas las hacés bien. La suerte, siendo poca, te ayuda mucho. Pero si a las cosas se las hace mal, la suerte te puede ayudar mucho o poco. Se la necesita más cuando más cosas se dejan al azar. Yo digo que cualquiera puede venir y ganarnos. Pero les vamos a dar batalla, que eso no quepa duda. Siempre vamos a dar lo mejor de nosotros, sea la carrera que sea.

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- ¿Hay alguna fórmula para estar donde están?

- Siempre lo digo: me pongo un objetivo claro, una meta a cumplir. Y esta actitud se remonta al Rally Dakar de 2010. Yo no tenía idea cómo era esa carrera, no sabía a lo que me enfrentaba. Sin embargo, me planteé tres cosas desde un primer momento y finalmente lo cumplí: debía tener responsabilidad, estar comprometido y echar mano al sacrificio. Esto se suma al apoyo de la familia, de los amigos, de un buen grupo humano que te sigue. A su vez, la elección de un buen soporte mecánico.

- ¿Te sorprende el rendimiento de la dupla?

- Hace un año que nos subimos a la camioneta por primera vez. Y nunca habíamos hecho esto juntos. Siempre hice esto solo como piloto o como navegante, en tareas en las que me fue muy bien. De hecho, en esta última función logré ser campeón argentino. Cuando con “Nico” nos planteamos formar una dupla, nos propusimos hacer bien nuestra tarea. Con mucha seriedad. Ahora uno marca la diferencia, con respecto a otros equipos y a quienes persiguen el mismo objetivo y que no son tan claros como uno se lo plantea.

- ¿Por qué creés que pasa esto?

- Lo que tiene el tucumano es que muchas veces deja cosas libradas al azar o para último momento. A mí mismo me pasó de dejarme llevar por la idiosincracia que tenemos, en vez de planificarlas con tiempo.

- ¿El automovilismo es proclive a ello?

- En categorías nacionales, como en el rally, encontramos pilotos tucumanos que trabajan bien, como Gerónimo Padilla, Tomás García Hamilton, el mismo Roberto Sánchez en su momento. Se proyectaron, empezando desde abajo, vieron las cosas a largo plazo. En ocasiones los frenó el presupuesto a corto plazo, pero nunca perdieron el horizonte. Mostraron tenacidad, insistencia, se rodearon de gente adecuada. Quizás dejen de correr, como le está pasando a “Tomy”, pero en su cabeza sigue la idea de seguir adelante, de ser campeón argentino.

- ¿Es duro ser deportista en el interior?

- A los deportistas que vivimos en el interior del país nos cuesta el doble todo. Cito dos ejemplos, Pablo Ortega y Lucas Mohamed. Ellos también sufrieron y sufren el tema, muchas veces deben dejar cosas a medias por un tema de distancias. Otro tema; no nos ven como un proyecto publicitario. Quienes te dan una mano te la dan de onda, por amistad.

- ¿Te sentís observado con lo que estás haciendo?

- Sé que hoy en la categoría hay gente que ve lo que hacemos. Por caso, en la carrera de Santiago del Estero, se acercaron los hermanos Blanco y nos admitieron que habían estado espiando la camioneta y vieron que de un lado tenía parrillas tubulares y del otro con originales. Les expliqué que habíamos roto un semieje, que terminamos una etapa con tracción simple y que por eso decidimos poner las originales para poder largar al día siguiente. Me imagino que están varios mirando qué hacemos porque estamos haciendo bien las cosas. Y es un orgullo.

- ¿Tu gente qué dice de esto?

- A mí los mecánicos me retan porque cuento las cosas que se hacen en la camioneta. Pero yo soy abierto. Cuando me vienen a preguntar, yo siempre cuento, no soy mezquino con las cosas que nosotros hacemos para poder andar bien.

- Te luciste en motos, ahora en una camioneta, ¿vas camino a ser el Peterhansel tucumano?

- No, no puedo comparar con él, estamos a años luz de distancia. Sí digo que a nivel provincial puedo sentirme orgulloso de haberme subido a una moto y haber podido lograr cosas interesantes. Y hoy, subido a una camioneta y demostrar que puedo hacer muchas cosas similares. Pero más orgulloso estoy de poder hacerlo con mi hijo, con mi esposa y mi hija que me acompañan. Reitero, este proyecto está basado en la unión, en la familia, en compartir. Eso nos da mucha más fuerza que la que se puede conseguir con un apoyo económico.

- Viene el desafío de Catamarca, con mucha arena...

- No corrí mucho en la arena con la camioneta, eso será un desafío. Pero vamos a tratar de entrenar en esa superficie, ahora que tengo la Toyota en Tucumán. La idea es no ir tan crudos a la fecha próxima del Canav.

- Sin “Nico”, ¿tu presente hubiera sido igual?

- No, para nada. No sé si le hubiera puesto tantas ganas. Yo venía de varios años de entrenamiento, de mucho ritmo. Y eso llegó a saturarme en lo físico y en lo mental. Yo había dicho que no quería saber nada más. Pero apareció lo de “Nico” y se avivó de nuevo la llama. Él, aparte de la preparación que está haciendo al estudiar Educación Física, trabaja en equipo conmigo para refortalecerme en todos los aspectos. Esto me motiva día a día y me permitió reinsertarme en la competencia.

- ¿Qué cambió en vos desde las épocas de piloto de motos a este presente?

- Sigo aplicando los mismos conceptos y principios, de sacar adelante una carrera. Ahora, en cuanto a compartir, aprendí a delegar muchas cosas y a trabajar mucho en equipo. Confío al ciento por ciento en mis mecánicos, en el jefe de equipo que es Patricia; sé que la decisión que ella tome es la mejor. Y confío por completo en las decisiones de “Nico” en situación de carrera. Yo paso a ser sólo el que maneja.

- ¿Tanto incide él?

- En Santiago del Estero, “Nico” me marcó el ritmo. Me dijo “levantá, que venís pasado de vueltas”. Y le hice caso. Es como la voz de mi conciencia. Con la poca experiencia que él tiene, me demostró muchas veces que yo estaba equivocado. Y si yo me doy cuenta de que puede estar errado en algo, se lo digo y lo conversamos y decidimos qué es lo más conveniente.

- ¿En qué se parece “Nico” a vos?

- Una fiel copia mía. Tiene un temperamento similar. Cuando hay que ponerse la camioneta al hombro, no afloja, no se da por vencido, no se quiebra. Se olvida del cansancio, del mal humor, de que quizás se haya fastidiado con algo.

- ¿Para qué creés que están como dupla?

- Para seguir haciendo lo que estamos haciendo. Compartiendo algo dentro de la camioneta que no muchos pueden como familia. Ese es un objetivo que más de uno puede llegar a envidiar, de manera sana o no. Hay quienes nos dicen que podemos ganar, o no, pero que lo bueno es estar juntos sintiendo esta pasión. Son pocos los deportes en los que un padre y un hijo pueden llegar a compartir.

Los Bollero, como Perú, están con incertidumbre: no tienen seguridad económica para poder concretar la meta de correr el Dakar. “Seguimos esperando, ya que no todo está confirmado en Perú. Si se confirma, la intención es correr”, afirmó Bollero. “Vamos a esperar a ver si sale un sponsor, oficial o privado, que nos dé una mano. En los últimos dos meses, el presupuesto se nos duplicó para correr en el Canav, por el tema del dólar. Con esto, la ambición de sí o sí correrlo se nos está haciendo cuesta arriba. Veremos qué pasa. La idea está, la camioneta también. Nos está faltando ponerle el tanque homologado. Si no se da, seguiremos corriendo a nivel nacional y haciendo experiencia, esperando que la situación del país nos ayude para concretar este sueño”, anheló el piloto.

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