Custodia “especial” para los policías vinculados a la muerte de Facundo Ferreira

Ingresaron por un pasillo y no por la entrada principal de Tribunales.

Adriana Giannoni. ARCHIVO Adriana Giannoni. ARCHIVO
03 Julio 2018

Los policías Nicolás González Montes de Oca y Mauro Díaz Cáceres fueron trasladados en un móvil de la fuerza hasta los tribunales antes de las 9. Luego, aguardaron en la Alcaldía del edificio de Sarmiento al 400 a que los llamaran a declarar en la Fiscalía VIII.

Debían presentarse el miércoles pasado, pero interpusieron un escrito oponiéndose a realizar ese trámite. La fiscala Adriana Gianonni no le dio curso al pedido defensivo y los volvió a llamar para ayer. En este caso, ordenó que fueran trasladados por la fuerza pública.

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La llegada de González Montes de Oca y de Díaz Cáceres al edificio judicial motivó que se dispusieran medidas de seguridad que no son habituales. Por ejemplo, Infantería se ubicó detrás de la Fiscalía VIII.

El despliegue permitió que los uniformados no ingresaran por el acceso principal. Fueron llevados por un pasillo interno, evitando que su presencia fuera registrada por las guardias periodísticas. La tensión se advertía en los encargados de la seguridad, que recorrían incesantemente los pasillos.

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Minutos después, llegó Romina, la madre del niño asesinado de un tiro en la nuca en la madrugada del jueves 8 de marzo pasado. La acompañaban la abuela de Facundo, Mercedes, y las tías del pequeño. Todas vestían remeras blancas con la imagen del niño. Primero, esperaron en uno de los pasillos. Luego, los custodios les pidió que se retiraran de ese sector “por seguridad”. Los uniformados temían que se encontraran con los familiares de los acusados. Luego, las mujeres se ubicaron en uno de los merenderos del patio. Allí continuaron con la espera, tomando mate para mitigar el frío.

“No vinimos a pelear. Venimos en paz. Lo único que queremos es que detengan a los asesinos de mi sobrino y que se haga Justicia”, comentó Rita a LA GACETA.

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