La crisis dejó sin trabajo a 3.000 obreros, según la Uocra

Hace un mes, los dueños de las constructoras acordaron el auxilio de la Provincia para no paralizar las obras. La merma en la ejecución de proyectos de obra pública causa temor en el sindicato.

EDIFICACIÓN EN MARCHA. Obreros de la construcción llevan a cabo trabajos en un inmueble céntrico. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso EDIFICACIÓN EN MARCHA. Obreros de la construcción llevan a cabo trabajos en un inmueble céntrico. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
20 Julio 2018

La merma en el ritmo de ejecución de proyectos de obra pública genera momentos de zozobra entre los obreros de la construcción. El secretario general de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) seccional Tucumán, David Acosta, manifestó su preocupación: en el último año se perdieron 3.000 puestos de trabajo en el sector.

“Hasta abril teníamos 11.300 trabajadores, pero sabemos que hubo una merma de 3.000 puestos de trabajo, por obras públicas y privadas que se ralentizan o porque no se realizan. En lo privado, en el inicio de obra de edificios en vez de contratar 20 o 25 empleados inician con cuatro, para reducir los costos porque está influyendo mucho la inflación”, alertó Acosta.

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En junio, los empresarios de la construcción habían amenazado con paralizar 2.000 proyectos de viviendas sociales en reclamo de $ 450 millones adeudados por certificados de obra impagos. “No hay antecedentes en los últimos años de una situación así, tan caótica por la falta de envíos de fondos de la Nación. Jamás tan grave como ahora. Es insostenible, están llevando a las empresas al quebranto”, había dicho, alarmado, Jorge Garber, secretario general de la Cámara Tucumana de la Construcción (CTC).

El Gobierno provincial se había comprometido a destrabar la crisis con una batería de medidas: 1) gestionar personalmente el desembolso de $ 150 millones existentes en el Ministerio de Hacienda de la Nación; 2) licitar de inmediato 200 módulos habitacionales destinados al Gran San Miguel de Tucumán y 3) adquirir terrenos reservados por las empresas para la edificación de 400 viviendas y cederles la custodia, y 4) agilizar los trámites de pago, en el ámbito provincial, de los certificados de obra emitidos de diciembre a la fecha.

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Desde el sindicato celebraron la construcción de nuevas viviendas, pero insistieron en que les parece insuficiente. “Si comienza efectivamente la ejecución de 400 viviendas y de 200 módulos habitacionales significarían 1.500 puestos de trabajo directos garantizados, más otros 1.000 indirectos. De todas maneras no es una solución para el sector porque venimos padeciendo mucho los ajustes: desde 2016 que hay muchos anuncios de obra pública que no se realizaron”, cruzó Acosta. Y agregó: “Las 400 viviendas que comenzarían no impactan para contrarrestar las 1.800 casas que están avanzadas, que pronto se terminarán y que probablemente muchos se queden sin trabajo por el parate en el ritmo de obras. Cuando se terminen esas 1.800 viviendas, que están con un avance de obra del 80%, se perderán más de 3.000 puestos de trabajo”.

Funcionarios del Ministerio de Economía del Gobierno mantuvieron ayer una reunión junto con empresarios en representación de la Cámara Tucumana de la Construcción. Si bien ni funcionarios ni empresarios quisieron hacer declaraciones, algunos participantes aclararon que aún no está definido cómo se destrabarán los fondos adeudados por Nación.

“Aún no tenemos precisiones sobre cómo avanzan las gestiones del Gobierno provincial para destrabar los fondos que nos adeuda Nación. Tampoco sabemos si las obras de 400 viviendas prometidas para superar el conflicto de hace un mes y algunas semanas se financiarán completamente con fondos provinciales o también habrá un aporte de la Nación”, explicó uno de los empresarios que participó del encuentro.

Desde la Provincia informaron que habrá una nueva reunión la semana que viene para definir el financiamiento de las obras y la localización de las nuevas edificaciones.

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