Caso Lebbos: “el cadáver ya estaba a la orilla de la cinta asfáltica cuando arribé”

Comenzaron a declarar los profesionales que examinaron el cuerpo de la víctima en Tapia y en la autopsia. Benjamín Castro fue el médico legista que revisó los restos de la joven el 12 marzo de 2006, tras la suspensión del día anterior.

JORNADA. “Ya estaba la doctora Moyano, quien era la jefa en ese momento”, enfatizó Castro ante el Tribunal, entre otras cosas.LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO. JORNADA. “Ya estaba la doctora Moyano, quien era la jefa en ese momento”, enfatizó Castro ante el Tribunal, entre otras cosas.LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO.

Benjamín Antonio Castro fue el médico legista o forense que examinó el cuerpo sin vida de Paulina Lebbos, el 12 marzo de 2006. Ayer, en el juicio oral por el crimen de la joven, el profesional afirmó que había realizado esa tarea a la vera de la ruta 341, en Tapia. Inclusive, afirmó: “el cadáver ya estaba arriba, a la orilla de la cinta asfáltica, cuando arribé. Ya lo habían movido”, manifestó.

El galeno contó, además, que había llegado al lugar del hallazgo ese domingo alrededor de las 7.30 y que había iniciado el procedimiento a las 8. “Ya estaba la doctora (Lilia) Moyano, quien era la jefa en ese momento”, enfatizó, entre otras cosas.

El testimonio de Castro, otro integrante del equipo técnico de Criminalística de la Policía de la provincia, se extendió durante toda la mañana. Tuvo impresiones y olvidos al hablar del procedimiento. Sin embargo, ante las preguntas más incisivas de los jueces de la Sala III y de algunas partes, el médico terminó marcando varias acciones obligatorias, como la preservación del lugar, aunque remarcó que no recordaba si habían sido formalizadas esa jornada.

“Yo debo entrar primero, luego ella para el levantamiento de pruebas”, explicó Castro, con referencia a la intervención de la bioquímica Moyano. La mujer ha sido señalada como la persona encargada del operativo entre el 11 y 12 de marzo, cuando se encontró el cuerpo de Paulina.

Moyano manifestó la semana pasada ante el Tribunal que había ingresado por un acceso alternativo -un camino trasero-, para acercarse al cadáver y que había recogido pruebas de pelos, ropa y larvas, entre otros elementos.

“Yo no participé en la preparación del cuerpo para el traslado”, enfatizó Castro, al ser consultado sobre la custodia de los restos de la universitaria.

El médico forense señaló una serie de reglas establecidas en un procedimiento oficial, respecto de la ubicación de un cuerpo sin vida. Entre esas normas, hizo hincapié en la “protección del lugar y la diagramación de las tareas en el lugar del hecho”. Para el caso Lebbos, sin embargo, reconoció: “en el primer día no se si se hizo (la preservación del sitio). No pregunté. Directamente, fui a ver el cuerpo cuando llegué. Luego me dijeron (por un policía) que se suspendían las tareas por orden del fiscal. No sé si trabajó el fotógrafo y el planimetrista (forense)”, enfatizó.

El galeno relató que en el primer día, al llegar al punto del hallazgo, había advertido la presencia del entonces secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella; el jefe de la Policía, Hugo Sánchez (ambos imputados por encubrimiento); y del fiscal de la causa, Alejandro Noguera.

Ya el domingo, Castro describió que realizó la revisión de los restos solo, sin la intervención de la bioquímica. “(Noguera, entre otros) estaban esperando que llegue. Ya habían extraído el cuerpo. No sé cómo lo hicieron”, describió.

“Desconozco si Moyano había revisado el cuerpo. Tampoco pregunté si lo habían tocado antes (...) Nadie podría haber revisado el cuerpo porque era mí tarea”, manifestó.

El defensor de Di Lella le consultó luego a Castro si sabía el día y la hora en la que se extrajo el cuerpo de Lebbos. “La hora no sé. Supongo que debió haber sido el día 11, cuando el señor fiscal dispuso eso. Pero no vi”, respondió el médico.

Ayer también se presentó Rita Isabel Luna Urrejola ante los integrantes de la Sala III, Carlos Caramuti (presidente), Rafael Macoritto y Dante Ibáñez. La médica formó parte del equipo forense que concretó la autopsia sobre los restos de Paulina.

Sobre la decisión de realizar la autopsia al aire libre, la médica dijo: “era una cosa apropiada donde se hacia la autopsia en estado de putrefacción”. Pero reconoció, con menor consideración, que el cuerpo se pudo haber contaminado al hacerlo así.

“El hueso hioides estaba intacto. En caso de asfixia por ahorcamiento, se puede fracturar a veces, a la izquierda o a la derecha. En este caso, no lo observamos, por eso no lo detallamos en la autopsia”, señaló.

Luna Urrejola confirmó que se lavó el cuerpo, pero no con manguera a chorro. “Yo no fui a controlar a los médicos, fui a revisar el cuerpo de la chica”, añadió. También explicó que se puede lavar el cuerpo de manera “cuidadosa”, una vez que se haya hecho un examen minucioso y se hayan tomado muestras.

Galería 22 fotos “El único responsable de la situación que está pasando su familia es Hugo Sánchez, que ha elegido transitar el camino de la delincuencia. El daño que le ha hecho a mi familia es irreparable. Él tiene a su hija que lo viene a ver todos los días, yo para verla a Paulina tengo que ir al cementerio. Acá la única víctima es mi familia, Paulina y su hija”, sostuvo Alberto Lebbos luego de que los abogados de Hugo Sánchez declararon que el ex jefe de Policía “recibe el dolor de su familia debido a la acusación y persecución del padre de la víctima, que lleva adelante a través de los medios periodísticos”. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
"Me encontré con una vergüenza técnica" declaró Miguel Sánchez, el experto que dirigió el equipo de peritos de Gendarmería que realizó la reconstrucción del hallazgo del cuerpo de la joven e hizo visible las omisiones que se habían cometido el 11 y 12 de marzo de ese año. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“Después de un tiempo transcurrido, llegamos al lugar y tuvimos acceso a la parte del cuerpo (expediente) que indicaban las actuaciones que se habían realizado. Analizamos lo que había, y está escrito y plasmado en la causa que las fotografías y los videos eran lamentables. Y no lo digo con arrogancia, sino con fundamento técnico”, manifestó el experto que dirigió el equipo de peritos de Gendarmería que realizó la reconstrucción del hallazgo del cuerpo de la joven. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“La realización de la teatralización de los hechos, la reconstrucción, el trabajo de los ‘conos de sombra’ -tiempo de paso de un vehículo por la ruta para ser uno percibido-, el área geográfica y los elementos de juicio que encontramos a posteriori, me llevan a decir que fue una vergüenza (el trabajo previo)”. Declaró el gendarme Miguel Sánchez. En la foto los acusados de encubrimiento Barrera y Di Lella, conversan entre ellos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El gendarme Miguel Sánchez consideró que el lugar del hecho no fue preservado, al argumentar que “no hubo una sola anotación de los que ingresaron a la escena del crimen”. “Fue contaminada”, añadió. En la foto loss ex policías, Héctor Brito y Nicolás Barrera, acusados de encubrimiento agravado. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Filmaciones fotografías, preservación y cadena de custodia. Estos son los elementos que el gendarme Miguel Sánchez marcó como prioritarios a la hora de llevar adelante la pericia. “Si las cosas se hubieran hecho bien, yo aquí (como testigo) no estaba”, destacó, al fundamentar su posición sobre las responsabilidades de “los jefes de la Policía, de Criminalística y de todas las autoridades de la fuerza, por las falencias del primer trabajo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El fiscal Carlos Sale expresó que el testimonio del ex perito de la fuerza federal “ha dado un panorama” de que se “trató de esconder la realidad y se ha obstaculizando el buen accionar que se pudo haber hecho durante el hallazgo”.“Fue vehemente al manifestar que se ha trabajado mal, encontrándose presente toda la plana mayor de la Policía: el jefe (Sánchez), subjefe de la Policía (Nicolás Barrera); el responsable de la Unidad Regional (Norte, Rubén Brito)”, dijo, respecto de los imputados. En la foto, el ex subjefe de la Policía conversa con los abogados Gustavo Carlino y Gustavo Morales. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
La Sala III en lo Penal no hizo lugar al recurso de casación de la defensa de Hugo Sánchez, y rechazó el cese de prisión preventiva del imputado. El ex jefe de la Policía está detenido desde fines de abril por supuestas intimidaciones al testigo Fernando Vázquez Carranza, ex director General de Criminalística, durante el juicio oral. Según la denuncia, el declarante recibió mensajes vía WhatsApp de la línea telefónica del primer abogado de Sánchez, Enrique Andrada Barone. El recurso de casación había sido presentado por el segundo patrocinador, José Luis Chaván. Ahora, el nuevo letrado, Alejandro Biagosch, adelantó que presentará ante la Corte Suprema de Justicia local un recurso de queja. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Roberto Luis Gómez, único acusado en la causa por el homicidio de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Eduardo Di Lella, ex secretario de Seguridad de La Provincia en el gobierno de José Alperovich. . LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Carlos Dante Barrionuevo es médico en Emergentología y cirujano, y fue uno de los profesionales encargados de la reautopsia del cuerpo de Paulina Lebbos durante la reconstrucción efectuada por Gendarmería Nacional en abril de 2006. Ese trabajo dejó al descubierto los “malos procedimientos”, según definieron en la sala, de los equipos de Criminalística y Forense de la Policía local, y las responsabilidades de la cadena de mando del fuerza de seguridad local, durante el hallazgo del cadáver de la estudiante. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Carlos Barrionuevo declaró “no es adecuado hacer una autopsia a cielo abierto, dado que se podría contaminar el cuerpo” con materiales del ambiente y que “no es una buena práctica lavar” el cadáver previo a la realización del examen. El médico fundamentó así su observación al procedimiento realizado con los restos de Paulina, que fueron rociados con agua antes del estudio y bajo un árbol, de acuerdo a las filmaciones de la causa. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El imputado Hugo Sánchez comenzó a manifestar agotamiento con el paso de las últimas audiencias. Y su rostro pálido podría haber reflejado ese estado. “Hoy me manifestó que se sentía cansado del trajín de este juicio y de recibir las acusaciones injustificadas. Entendemos el dolor de (Alberto) Lebbos por la pérdida de su hija, pero también solicitamos el respeto hacia la familia de mi defendido”, expresó Alejandro Biagosch, abogado defensor del ex jefe de Policía. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“Me hice cargo del levantamiento del cadáver, coordiné el equipo de la cinta para adentro. De la cinta para afuera, no tenía responsabilidad”. Las explicaciones son de Lilia Moyano. La bioquímica evoca que el 11 de marzo de 2006 recibió un llamado de la Jefatura de la Policía, cuando estaba en su casa. Le ordenaron trasladarse a la ruta 341, en Tapia, donde había sido hallado ya el cuerpo de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Alberto Lebbos conversa con su abogado, Emilio Mrad, durante un cuarto intermedio en la declaración de Lilia Moyano. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“Hay dos cuestiones. Una es lo que surge del debate y las connotaciones jurídicas. Y la otra, la repercusión mediática que el señor Lebbos le quiere dar a la causa y la incriminación injustificada a mi defendido que efectúa desde 2006, al tratarlo de asesino, delincuente y deshonesto. Mi cliente tiene familia, es una persona respetable. Afectan su reputación y su honor esas manifestaciones”, remarcó Alejandro García Biagosch, abogado defensor de Hugo Sánchez, sobre su estado de ánimo. . LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los abogados defensores Cergio Morfil y Marcelo Jiménez Santillán conversan durante la audiencia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Los acusados de encubrimiento agravado Hugo Sánchez y Eduardo Di Lella. . LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
El ex jefe de Policía durante el gobierno de Jose Alperovich, Hugo Sánchez, acusado de encubrimiento agravado en el crimen de Paulina Lebbos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
“El testimonio deja en claro que se hicieron maniobras de encubrimiento, comandadas en ese lugar por el ex jefe de Policía, Hugo Sánchez; el subjefe, Nicolás Barrera; y por el Secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella. Muchas cosas quedaron en claro. Primero, se destruyeron pruebas importantísimas a propósito, y sin orden judicial. Segundo, se ha interrumpido toda la cadena de custodia de esas pruebas y, fundamentalmente, del cuerpo de Paulina”, enfatizó Alberto Lebbos, padre de la víctima, luego de la audiencia. “No hubo garantía ante quien pudiera intentar introducir o sacar pruebas del cuerpo”, dijo. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Las contestaciones cerradas y casi impermeables de la perita no fueron suficientes para dejar en el ambiente de la sala la percepción de que se habían cumplido con las disposiciones básicas y legales durante el 11 y 12 de marzo de 2006, a la vera de la ruta 341, en Tapia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
Ante versiones de signos de tensión en el imputado Hugo Sánchez y las declaraciones del defensor técnico, Lebbos, además de las denuncias respecto del caso, recordó que Sánchez, como jefe de la Policía, había minimizado su reclamo: “me había dicho que siguiera con la marchita”, con referencia a las movilizaciones en la plaza Independencia. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO
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