24 Septiembre 2018
DEFINIÓ CON CLASE. Luis Rodríguez, segundos antes de convertir el penal para poner a Atlético 2 a 0 sobre San Martín. El “Pulguita” esperó que Ardente se tire al otro costado para patear. FOTO DE Agustin Moya (ESPECIAL PARA LA GACETA)
ESPECIAL LG DEPORTIVA- Ariel Fernández
Pocas cosas pueden opacar un espectáculo como el Superclásico dentro de nuestro fútbol pero sin dudas ayer, Atlético hizo su máximo esfuerzo: después de jugar un partido programado en un horario muy poco usual, despejando el primetime para Boca-River, le ganó 3-1 a San Martín en San Juan y se sentó el sillón del líder de la Superliga, a ver el partido más importante del semestre. Todo esto, sabiendo que nada lo movería de ahí, al menos hasta que juegue Racing, esta noche.
¿Pero qué tiene Atlético para estar disfrutando de su liderato en soledad?
Ayer, tuvo la paciencia que suele tener siempre en los primeros cuarenta y cinco minutos, que en realidad invitaron más a una siesta sanjuanina que a presenciar el juego en la continuidad de la sexta fecha.
Aún en ese tipo, tuvo destellos ofensivos, algo que nunca le falta, incluso no desplegando su mejor juego, como podía ser esa primera etapa. Moraleja: el puntero del torneo, siempre tendrá chances. En este caso, un cabezazo de David Barbona bien tapado por Luis Ardente, fue lo más peligroso de esa etapa.
El maravilloso arte del contraataque es otra de las razones por las cuales Atlético está donde está y ayer volvió a ejecutarlo. El “Decano” intentó salir rápido de contra luego del primer pase de Juan Mercier y tratando de explotar la velocidad de Luis Rodríguez, y en menor medida de Leandro Díaz.
En el segundo tiempo, aparecería quizás una de los argumentos más fuertes del Atlético puntero: su efectividad, su poderío ofensivo: en el arranque, una coqueta combinación entre “Pulguita” y Rodrigo Aliendro terminó en el botín derecho de Guillermo Acosta que con un violento disparo al primer palo logró abrir el marcador.
Era el decimoprimer gol del equipo en el torneo pero llegarían dos más para alejarlo más en un apartado importante: el equipo más goleador de la Superliga, dejando atrás a Racing (10).
La imprudente falta de Jonatan Goitía sobre Matías Abero dentro del área le dio la chance al simoqueño de anotar el segundo gol desde los 12 pasos y con enorme jerarquía. El tercero del partido y el decimotercero del torneo tampoco se demoró.
Mauro Matos apareció en posición clásica de centrodelantero tras una gran jugada de Favio Álvarez. Los dos vinieron desde el banco. ¿Le suena? Sí, otra de las características de este Atlético que está por encima de los 25 equipos con los que comparte el torneo: el buen nivel de los suplentes.
Matos, la recuperación futbolística de Álvarez que venía en un nivel bajo, Nery Leyes y la posibilidad de recuperar físicamente a Javier Toledo, que sufrió la rotura del tendón de Aquiles hace cinco meses y ya se entrena con el plantel.
Quedaría lugar para el descuento de Pablo Palacios Alvarenga y darle cifras definitivas al resultado pero no daña otra fortaleza del equipo: su faz defensiva. De no ser por el agónico gol Cristian Lucchetti y sus defensores hubiesen sumado su sexta valla invicta de la temporada. Una temporada que lo tiene arriba de todos y no es casual.
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