Una muerte reabrió el debate sobre los reductores de velocidad en la Perón
Bruno Ruben perdió la vida al caer de la moto que conducía al pasar sobre un lomo de burro a la altura de la avenida Perón al 1.800. Viajaba solo y volvía de trabajar en una fiesta como camarógrafo. Investigan las causas. Alta velocidad e imprudencia.
Un motociclista falleció en la madrugada de ayer al perder el control al pasar sobre un reductor de velocidad ubicado en avenida Presidente Perón al 1.800, en Yerba Buena. El caso volvió a abrir la polémica sobre los reductores de velocidad instalados en esa arteria.
Hace cinco meses, a tres cuadras del lugar del mortal accidente, un auto que había rebasado a alta velocidad un lomo de burro similar, cayó sobre otro vehículo que giraba hacia calle Bascary. Un matrimonio sufrió diferentes lesiones. Ambos fueron internados e intervenidos quirúrgicamente.
Ayer a las 2, Bruno Ruben, de 32 años, regresaba de trabajar como camarógrafo en un casamiento realizado en un salón de fiestas de Yerba Buena. Por causas que se tratan de establecer, perdió el control de la Honda Wave 110 en la que se desplazaba. Ocasionales testigos llamaron al 911. Luego llegó una ambulancia del 107, en la que Bruno fue llevado al Padilla.
“Falleció poco después de ingresar al hospital. Tenía muchas lesiones en la cabeza y le dio un paro cardíaco. Creo que se comió el lomo de burro, que no lo vio y perdió el control de la moto. Fue una desgracia terrible para nuestra familia”, le dijo a LA GACETA su hermana, Paola Ruben.
La joven comentó que su hermano estaba casado, tenía cuatro hijos y residía en Villa Mariano Moreno. “Desconozco si venía a alta velocidad, lo que sí puedo confirmar es que regresaba de trabajar y que venía solo en la moto, creo que no vio el reductor por la lluvia”, agregó. Bruno fue velado ayer por la tarde.
“Fue a la altura del reductor de calle Moreno. Están diagramados para que el conductor detenga la velocidad. De acuerdo a la información que tengo la velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora. En una moto venir a alta velocidad es fatal. Están claramente señalizados y la gente los conoce, no solamente quienes residen en Yerba Buena. Es imposible no verlos a una velocidad prudente. Están instalados hace más de seis meses, explicó Mauricio Argiró”, secretario de Seguridad del Municipio.
Vecinos preocupados
“Lo que sucede es que los conductores vienen a muchísima velocidad cuando regresan hacia el centro. La mayoría de estos problemas se dan a la madrugada”, contó Oscar Acevedo, un vecino de la zona.
“Se maneja con mucha imprudencia por la Perón, sobre todo los motociclistas. Muchas veces los ves corriendo picadas. Nos ponen a todos los vecinos en riesgo”, expresó Ariel Rosales.
“Los reductores de velocidad son muy importantes en la avenida para evitar que los conductores anden a toda velocidad. Ahí no les queda otra que frenar, sí o sí”, dijo Isabel Álvarez.
Otro caso
Alejandra del Carmen de San Lucila, de 47 años, permanece internada con pronóstico reservado en el hospital Padilla.
El 20 de mayo, a la madrugada, el auto en el que viajaba junto a su familia fue embestido por un vehículo que le cayó encima a la altura de calle Bascary. El conductor habría perdido el control al atravesar a mucha velocidad un enorme lomo de burro instalado en esa intersección. La mujer y su marido, Gustavo Adolfo Lorca (49), sufrieron heridas graves.
“Mi mamá estuvo muy grave. Está internada hace cinco meses. Sufrió múltiples fracturas. A mi papá también tuvieron que operarlo de urgencia. Desde ese momento nuestras vidas se paralizaron, todo el día acompañamos a mi mamá”, contó Lucía.
“El auto es un arma si no se la usa con responsabilidad. Creo que también pasa por una cuestión de conciencia. Por ejemplo enseñar educación vial en las escuelas. Esto se podría haber evitado”, agregó.
La esquina donde se produjo ese accidente lleva el trágico antecedente de ser donde perdieron la vida Silvia Jantzon y Domingo Marchese, en 2006, luego de haber sido embestidos por Gustavo Jiménez, hijo del ex ministro de Economía, que en ese entonces tenía 18 años. Los vecinos de la zona reclaman siempre por la falta de controles viales y los excesos de velocidad en la Perón.