El ascenso volvió a teñirse de sangre. Pero esta vez ni siquiera fue en una cancha. Los violentos actuaron antes, con total impunidad. En Cebil Redondo se tenía que jugar el cotejo entre San José y La Florida, por la sexta fecha de la segunda fase del Anual de la Primera B liguista, pero el plantel visitante nunca pudo llegar al estadio.
En Camino del Perú e Independencia, la delegación del “Tricolor” fue emboscada. Erik Núñez Apud, uno de los goleadores del torneo, contó la pesadilla que vivieron. “Nos bajamos una cuadra antes del estadio. Eramos todos los jugadores, el cuerpo técnico, los auxiliares y el presidente Ricardo Contreras. Allí nos acorraló un grupo de hinchas de San José, de los cuáles había cuatro o cinco con armas de fuego. Otro tenía un palo con una cadena. Nos arrinconaron contra una tela y comenzaron a pedirnos que le entreguemos todas las cosas. ‘De aquí no salen vivos’ nos decía. Eran más de 20. Muchos comenzamos a correr”, contó el delantero. “A mi papá Rodolfo le pegaron con una cadena en las piernas, a Juan Iramain, José González y Leonardo Aragón lo agarraron a latigazos en el cuerpo. Una señora que vive cerca nos salvó. Nos dejó entrar a su casa. A Miguel Valdez le pegaron un culatazo en la cabeza y una piña en el ojo derecho. ¡Le robaron todas sus pertenencias y lo dejaron herido, todo ensangrentado!”, agregó.
El colectivo sufrió varios vidrios rotos y ante la agresión, tuvo que irse de la zona. El plantel se subió a un ómnibus de la línea 6, que los dejó en Viamonte y Belgrano. “Allí nos esperaba el colectivo que nos había trasladado hasta la zona del estadio para llevarnos nuevamente hasta La Florida”, expresó Núñez Apud.
Horrible
Ricardo Contreras realizó la denuncia la policial. “Fue horrible todo lo que nos tocó vivir. Gracias a Dios estuvo esa familia que nos dejó entrar a su casa y luego apareció el colecto de la línea 6 para sacarnos del lugar. Creo que esto no puede seguir así. Podría haber sido una tragedia”, comentó el presidente de La Florida.
El árbitro Pablo Quessa, que fue notificado de los serios incidentes en las adyacencias del estadio, decidió suspender el encuentro.