La ciencia confirma que los perros entienden qué les decimos y cómo lo decimos

Como los seres humanos, los canes procesan las palabras con el hemisferio izquierdo del cerebro, e interpretan los tonos con el derecho

A LA CUCHA | EL RINCÓN DE LAS MASCOTAS

Estás por sacar a pasear tu mascota, la mirás fijamente y le decís: “vamos”. Ella voltea su cara hacia un lado y segundos después está parada junto a la puerta esperando que le pongas el collar para salir. Seguro te ha pasado más de una vez y la intuición no te falla cuando pensás que los perros entienden qué les decimos y cómo se lo decimos. Por obvio que nos resulte, la noticia es que la ciencia acaba de confirmarlo.

Incluso pueden llegar a procesar la palabra hablada de manera similar a los humanos, y hasta en la misma área del cerebro (el hemisferio izquierdo), aseguran los científicos. E interpretan el tono con el hemisferio derecho.

El experimento fue realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Emery, Estados Unidos, y publicado recientemente en Frontiers in NeuroScience. Para el estudio se les colocó un escáner de resonancia magnética a 12 canes de razas distintas, con el objetivo de monitorizar su materia gris mientras se entretenían con juguetes.

Los animales fueron entrenados para recoger dos juguetes de un montón, diferenciados por las texturas, y sólo con decir su nombre. Uno de ellos blando, como un animal de peluche, y el otro duro y de goma, para facilitar su diferenciación. ¿El resultado? Varias áreas del cerebro se iluminaron cuando el equipo empleó las palabras justas para definir los objetos. El cerebro del animal efectivamente sabe distinguir las palabras, dijeron los investigadores. No sólo eso, sino que también hacen un esfuerzo por asociar el significado de estas con una acción. De hecho, es muchísimo el empeño que ponen por entender y lo hacen nada más que para agradar a sus dueños.

“Es obvio que los perros tienen la capacidad de procesar varios aspectos de nuestro lenguaje, ya que pueden aprender a seguir órdenes verbales”, aseguraron los científicos.

Investigaciones

Esta no es la primera investigación que se realiza sobre el tema. La ciencia ya ha hecho esfuerzos anteriores por descubrir si los perros son capaces de entender el lenguaje humano hablado.

La médica veterinaria Diana Abascal, especialista en comportamiento animal, explica a LA GACETA que efectivamente la capacidad cognitiva de los perros es alta. “Pueden resolver ese tipo de problemas e incluso otros más complejos. Vi un experimento en el que una perra Border collie reconocía 1.000 juguetes por sus nombres. El dueño le decía “traeme, por ejemplo, el conejito” y la perra iba por el conejito. Un día, colocan un peluche que ella no conocía y por descarte, trajo ese peluche”, describe.

“Aprenden por repetición, por imitación”, comenta Abascal. Las señales visuales son esenciales en ellos por una cuestión evolutiva, detalla. “Los lobos usan comunicación corporal. Es por eso, que las posturas, el tono de voz y las señas son tan importantes al momento de comunicarnos con los perros”, apunta.

Entrenamientos

Para los adiestradores no es una novedad que los perros entienden el lenguaje humano. Por algo, el mejor amigo del hombre es uno de los animales a los que se entrena de una forma tan fácil y gratificante, dicen.

Marcel Lami, que se especializó como adiestrador en España, dice que hay muchas técnicas y formas de relacionarse y transmitirle una idea a un can. Al principio, se suelen usar palabras, señas y premios. “Luego, le vamos sacando los premios y las señas y nos damos cuenta de que ellos pueden entender perfectamente las palabras”, explica. “No sólo cuenta lo que decís, sino el tono. Saben si se trata de un reproche o una recompensa por algo que han hecho; reconocen cuando los felicitás, cuando les estás dando cariño o si estás enojado”, especifica.

Alfredo Falcón, que también es un reconocido adiestrador, dice que el proceso cognitivo en los perros se basa en la observación y en la expresión corporal, tomando siempre un estímulo positivo para reforzar. Cuando él entrena un animal suele usar fonética en alemán, con la idea de que sólo el cliente pueda operar con el perro y terceros extraños estén ajenos a esa actividad. Según cuenta, los canes aprenden a la perfección el significado de estos términos. Y dio algunos ejemplos: füs (al pie, junto al lado izquierdo mirando al guía), platz (echado al suelo sobre sus cuatro miembros), sitz (sentado), steh (parado, quieto), bring (traer objeto) y hopp (saltar la valla).

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