Por Miguel Eduardo Décima
24 Octubre 2018
CONFIANZA. Coyette piensa que se pueden traer los tres puntos desde Córdoba. LA GACETA/FOTO DE ANTONIO FERRONI
El fútbol argentino se convirtió, desde hace muchos años, en una trituradora de técnicos. Eso hace que los entrenadores vivan el día a día con la adrenalina a mil. Walter Gastón Coyette entiende que esa situación es inevitable porque siempre son observados con una lupa. Pese a que apenas dirigió tres encuentros a San Martín en la Superliga, el entrenador vivió bajo presión sus primeras semanas en el club y el triunfo del domingo sobre Racing fue un gran desahogo.
“Nosotros sabemos dónde estamos y lo que significa esta profesión. No es una novedad que siempre el técnico sea el fusible en caso que la campaña del equipo no sea la esperada. Esa es la realidad. Sólo nos queda aceptar las reglas de juego o dedicarnos a otra actividad. Estamos resignados a convivir con esa presión”, señaló el entrenador al término de la práctica que el plantel de San Martín realizó bajo ayer bajo una persistente llovizna en el complejo “Natalio Mirkin”. LG Deportiva dialogó con el entrenador “santo”, quien entre otros temas, analizó la inestabilidad de los entrenadores.
-¿Los resultadistas ganaron la batalla?
- En el fútbol argentino no se respetan los proyectos futbolísticos. Todo depende de los resultados y esa situación opaca el trabajo que un cuerpo técnico realiza en el día a día. Acá no hay misterios. Lo único que pretendemos es nutrir al jugador de los elementos necesarios para que durante la semana pueda desarrollar su preparación y luego eso se refleje en los partidos.
Descargo emocional
Con el triunfo sobre Racing consumado, Coyette exteriorizó una alegría que sorprendió a todos los que lo vieron correr en busca de los jugadores para abrazarlos en el campo de juego.
“Los técnicos cargamos una mochila muy pesada sobre nuestras espaldas. Sabemos que en el próximo partido volverá a ser lo mismo. Uno se dedicó a esto y está obligado a convivir con la situación. Esa muestra de euforia puede ser que haya sido un desahogo por todo lo que se vivió en esos 90 minutos de juego. Además, habíamos conseguido el triunfo que tanto esperábamos de la manera que lo hicimos y ante un gran rival.
-Con el diario del lunes se puede decir que las dos semanas de párate fueron beneficiosas.
- Más allá del resultado que conseguimos noté una mejora sensible en el rendimiento colectivo e individual del equipo. Ese descanso en la competencia nos sirvió en lo grupal y el trabajo diario. De todos modos somos conscientes que todavía tenemos que mejorar muchísismo en algunos aspectos del juego, pero, sin duda, el triunfo ante Racing nos marca que tenemos cosas positivas.
- Se nota que el rendimiento del equipo te dejó satisfecho.
- Me reconforta la actitud que mostraron los muchachos a la hora de jugar un partido que a los 16 minutos lo tuvimos que replantear desde lo estratégico. Me conmovió la muestra de valentía y de coraje que tuvo el equipo ante uno de los mejores conjuntos del fútbol argentino. Dios quiera que esto sea el envión anímico que necesitábamos para encarar lo que viene de la temporada.
- ¿Qué reflexión te deja no haber podido repetir nunca el mismo equipo?
- Como técnico uno siempre quiere encontrar lo más rápido posible el equipo que pueda desarrollar el juego que nos haga obtener los resultados esperados. Pero, en lo personal, me encanta que en el plantel haya una competencia interna fuerte. De esa forma, cada uno de sus integrantes está obligado a demostrar lo que puede aportarle al equipo.
- Ahora se viene Talleres. Otro rival complicado.
- Es una excelente chance para demostrar que lo que hicimos frente a Racing no fue casualidad. Necesitamos seguir sumando de a tres y aunque respetamos al rival, sabemos que tenemos los argumentos para volvernos a Tucumán con la victoria.
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