Buscaban en una finca plata enterrada de Báez

Esta semana se conoció el caso del copamiento en Santa Cruz Desconocidos secuestraron dos días a una familia allegada a la hija del empresario K. Ejercieron violencia. ¿Dónde está el contenedor?, preguntaban.

FINCA MONTE NEGRO. Cuatro personas secuestraron a los dueños. FINCA MONTE NEGRO. Cuatro personas secuestraron a los dueños.
04 Noviembre 2018

Al parecer por los últimos acontecimientos, el Gobierno y la Justicia no son los únicos que buscan el dinero del empresario kirchnerista Lázaro Báez. En las primeras horas de este mes, un grupo de desconocidos copó durante casi dos días la estancia Monte Negro, en Santa Cruz, donde mantuvo secuestrada la familia propietaria que es amiga de Luciana Báez, hija del otrora amigo íntimo de la familia Kirchner. A los dueños les pegaron y preguntaron por el “dinero enterrado en un contenedor” que tendría Marcos Muller, pareja de Luciana.

El ataque confirma el accionar de delincuentes o “cazadores de fortunas” que están buscando los supuestos contenedores con dólares o euros enterrados por Báez y que, hace unas semanas, fueron buscados sin éxito por el juez federal Claudio Bonadio en la estancia Cruz Aike. Un peritaje mostró que unos días antes de que llegaran los gendarmes con equipos de vialidad, había habido movimientos extraños de tierra en el suelo de la estancia. La familia de Esteban Jamieson, que hizo la denuncia por “el copamiento”, son amigos de Muller.

Otro que confirmó haber visto “dólares húmedos” fue el financista Leonardo Fariña, quien se arrepintió ante el juez federal Sebastián Casanello y ahora colabora con la Justicia, entre otros testigos. Algo parecido dijo el financista Ernesto Clarens en la causa de “los cuadernos de las coimas”.

Según informó Clarín, en los últimos días en Cruz Aike se vio a desconocidos haciendo nuevamente pozos. Mientras, en la provincia, hay como una “fiebre del oro” en busca de la supuesta plata enterrada de Báez.

El empresario, preso hace más de dos años, el martes se sentó por primera vez en el banquillo de los acusados en la causa de lavado de U$S 60 millones. En la provincia circula una versión según la cual, empleados aún fieles de Báez estarían moviendo dinero de un lado a otro para que no sea embargado por la Justicia.

El caso de la estancia Monte Negro sucedió entre el 17 y 18 de septiembre pasado, pero la denunció salió a la luz esta semana. Esos días, cuatro personas encapuchadas entraron sigilosamente a la estancia Monte Negro, ubicada a 80 km de Río Gallegos, sobre la ruta nacional 3.

Primero ingresaron a la casa del personal temporario, luego a la del fijo y finalmente al casco de la estancia donde redujeron primero a los golpes a su casero, de apellido Centeno, y luego a sus dueños Enrique y Colin Jamieson, a quienes le preguntaron insistentemente por “el contenedor que Muller” tendría escondido en esa estancia. También, mientras los mantenían atados a sillas con precintos, les preguntaron por la maquinaria que tenían para hacer excavaciones.

Datos del “soplón”

El grupo tenía información según la cual Muller, con Luciana Báez, iban esa noche a cenar a la estancia. “Estamos buscando la plata de Lázaro Báez a quien queremos hacer mierda así que colaboren con información”, decían los secuestradores.

Durante el copamiento de la estancia, los secuestradores rompieron pisos, entre techos, armeros y placares en busca de la supuesta plata de Báez escondida allí “según la información que les había dado” un “soplón”.

Mientras, los captores amenazaron a través del teléfono a Muller con mensajes que decían “lo que pasó en la estancia no fue de gente improvisada. Solo queremos hablar con vos, sino los platos rotos los van a pagar los Jamieson”.

Otro mensaje amenazante recibido por Muller indica, por ejemplo, que “deja de decir que nos vendieron información equivocada... Te la voy a hacer fácil baja dos palos y no se te molesta más. Los dos palos incluyen el nombre de tu soplón como decías vos... No desaproveches el momento”.

Luego de mantener capturados dos días a los Jamieson y a su casero, los delincuentes se robaron una Hilux, 28 armas, jarras de plata, un dron, cuchillos y una laptop, entre otros elementos. Se fueron amenazando que iban a “plantar pruebas falsas” si los denunciaban y que iban a volver si Muller no colaboraba.

El juez federal subrogante, Aldo Suárez, dispuso una custodia para los Jamieson y los Muller y se declaró incompetente, y pasó el caso a la justicia provincial. Mientras, el misterio y las especualaciones sobre la plata enterrada de Báez se mantiene en Santa Cruz.

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