El escándalo suscitado el sábado en el Centro Cultural Virla, donde dos personas interrumpieron la función de la obra teatral “Chicos cristianos, apostólicos y romanos”, ya se transformó en un expediente judicial. Los actores Gabriel Carreras y Kikín Díaz y el director Sebastián Fernández relataron lo sucedido en la comisaría Primera por agresión esa misma noche. El elenco se completa con Guido Guerrero, Emanuel Rodríguez y Beto López sobre el escenario, y Belén Mercado como codirectora.
Su propósito es aportar la identidad de los agresores cuando realicen la ratificación de la denuncia que se debe tramitar en Fiscalía. A los nombres llegaron a través de mensajes recibidos en las redes sociales con la identidad de quienes se pararon a los gritos y tiraron utilería en la parte final de la obra, a la que calificaron de “blasfema” a viva voz.
Para confirmar las versiones de quiénes habrían protagonizado el incidente, les falta un último detalle. Como ayer se dictó asueto en las dependencias del Rectorado, como la Secretaría de Extensión Universitaria de la cual depende el Virla, el elenco no pudo acceder a las imágenes grabadas en los videos de seguridad del centro cultural. Darán ese paso antes de difundir los nombres.
Este fue el incidente más grave de los que sufrió el elenco, pero no el único. A mitad de año hubo amenazas en el teatro Alberdi donde estaban dando la obra, y reclamos para que se la levante. Y el jueves, en una función anterior en el Virla, se les intentó cortar la luz.
El secretario de Extensión Universitaria de la UNT, Marcelo Mirkin, en diálogo con el programa Las 12 en 30, de LA GACETA Play, confirmó que hay registro fílmico de los agresores y que las medidas a tomar están siendo tratadas con el vicerrector, Sergio Pagani (el rector, José García, está fuera del país). “Repudiamos lo sucedido, el pasar de las palabras a los hechos es grave, es un indicador diferente y de otra naturaleza a lo que venía pasando. Nunca ocurrió algo similar en la UNT. No queremos que este tipo de manifestaciones sigan ocurriendo; nos pondremos firmes; no queremos que esto sea el huevo de la serpiente”, dijo, y reivindicó las medidas de seguridad implementadas en el Virla.
“Estamos viviendo tiempos muy violentos, en los que hay una idea de que no se puede pensar diferente. Va más allá de estas dos personas que se dicen católicas”, lamentó Guerrero. “Hubo intolerantes ante un hecho artístico. ¿Qué pasaría si nosotros interrumpiésemos en otro ritual?”, preguntó retóricamente Carreras. Se anunció que la obra seguirá en cartelera, tal como estaba previsto originalmente.
Respaldos
El grupo teatral fue arropado por toda la comunidad artística tucumana y por el público, ya desde el mismo momento de los hechos. Ayer los apoyos se multiplicaron incluso desde lo institucional. El gabinete de la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán, encabezado por su decana, Estela Noli, manifestó su “categórico rechazo a los hechos de violencia” en la función. “La intolerancia y la censura son inadmisibles en tiempos democráticos y consideramos que defender las expresiones artísticas es defender la libertad de la sociedad contra la oscuridad de los fanatismos”, agregó.
Idéntico fue el respaldo del Virla. Su directora, Vicky Ríos, expresó el apoyo incondicional de ese espacio “a todas las expresiones artísticas, de todo tipo, y a los artistas que se expresan en ellas”. “Llevamos la impronta de generaciones de universitarias y universitarios, de respetar la obra y el esfuerzo humano, permitir que llegue a su público, que se expanda el saber. No somos la censura ni la aprobación. Nadie nos ha dado la verdad para juzgar el esfuerzo creativo, la corrección de las ciencias duras, la certeza de las teorías sociales, ni el acierto estético, ni por tradicional o vanguardista, del arte”, sostuvo, al repetir el mensaje dado por los 30 años de la entidad.