La noche del miércoles asomó después de un día que pudo haber estado cargado de tensiones. Sin embargo, sucedió lo contrario. De hecho, cabe decir que por Yerba Buena no pasó nada raro, si la intención de la incógnita giraba en torno a conocer en qué estado de ebullición podía estar el humor del mundo Tucumán Rugby después de que se hiciera viral un polémico video. En las imágenes, jugadores de Los Tarcos en visible estado de ebriedad insultan al plantel “verdinegro”, al que venció merecidamente el domingo pasado en la final del regional “Fredy Narese”.
“Después de la reunión de comisión directiva nos juntamos con nuestros amigos de Los Tarcos a compartir una cena”. El que habla con LG Deportiva es Pepel Páez Márquez, el presidente de Tucumán rugby, quien deja algunos conceptos jugosos.
“No hay que dramatizar, era un festejo privado, los chicos tienen la costumbre de filmar y bueno, pueden pasar estas cosas. De todas maneras nos vamos a juntar con nuestros amigos de Los Tarcos porque nada cambió para nosotros”, sostuvo luego el directivo.
Desde el club del ex aeropuerto fijaron posición a través de un mensaje que salió en las redes sociales: “pido disculpas de manera pública en nombre del plantel del Club Los Tarcos por los festejos fuera de lugar tras la final. Va en contra de los valores que enseña nuestro deporte. Esperamos que la gente del club Tucumán Rugby sepa entender las disculpas, aceptarlas; fueron dignos finalistas y caballeros en la cancha. De eso se trata el rugby”, rezaba el comunicado, publicado en las redes sociales por integrantes del plantel del nuevo campeón del rugby tucumano.
“Hay que bajarle los decibeles al tema, sobre todo por el bien del rugby”, pedía Páez Márquez, quien también reflexionó sobre lo sucedido. “El fin de semana nos ganó el fútbol a nosotros. Debemos empezar a trabajar con los chicos, para que esto no vuelva a suceder. Pero con la juventud en general, ¿eh? No sólo la del rugby”, sostuvo.
Desde el club de Marcos Paz hubo lógica y comprensión, afirman. “Son acciones privadas que se filmaron y luego se filtraron. A veces, este tipo de cosas puede magnificarse demasiado. Está en nosotros bajar los decibeles. Por el bien del rugby. No pasa nada”, insistió Páez Márquez.