Ojeda Ávila es excluido de ocho concursos

El Consejo Asesor de la Magistratura resolvió enviar la información recopilada al Tribunal de Ética del Colegio de Abogados y a la Fiscalía que instruye la causa penal.

ÚLTIMA SESIÓN. El empresario Garber habla en presencia de los integrantes del Consejo Asesor de la Magistratura. Consejo Asesor de la Magistratura ÚLTIMA SESIÓN. El empresario Garber habla en presencia de los integrantes del Consejo Asesor de la Magistratura. Consejo Asesor de la Magistratura

Walter Ojeda Ávila perdió la oportunidad de ser vocal interino de la Cámara de Apelaciones en lo Penal de Instrucción por las abundantes inconsistencias detectadas en su currículum y, como consecuencia de ello, también se quedó sin la posibilidad de competir para ser juez en propiedad en los ocho concursos en los que estaba inscripto. El Consejo Asesor de la Magistratura (CAM) resolvió excluir al postulante luego de constatar que no había presentado el certificado original de una maestría de la Universidad de Barcelona cuya copia consta en el legajo de antecedentes proporcionado al organismo en los respectivos procesos de preselección de magistrado. Autoridades de la institución educativa española habían confirmado a los consejeros que Ojeda Ávila no había obtenido un título de esa institución, tal y como antes sucedió a instancias de una consulta de este diario.

El Consejo compartirá la información que recopiló sobre el caso con el Tribunal de Ética y Disciplina del Colegio de Abogados de la Capital, que ha de resolver si aplica o no una sanción al profesional, y la fiscala de Instrucción en lo Penal N°1, Mariana Rivadeneira, que instruye la denuncia penal formulada por el peronista disidente Oscar López. Del resultado de estas actuaciones dependerá que Ojeda Ávila pueda volver a concursar en el futuro. Sin perjuicio de ello, el órgano profundizaría la investigación administrativa interna, según lo resuelto en la sesión del miércoles (ver por separado sobre los avances en la obra pública).

Ojeda Ávila había sido escogido por el gobernador Juan Manzur como camarista provisorio de Apelaciones a partir de una lista de aspirantes que confeccionó el CAM (ocupaba el tercer puesto con 65,5 puntos). Durante el trámite de la aprobación legislativa de esa designación quedaron expuestas distintas inconsistencias en los antecedentes del postulante que a la postre llevaron a que este desistiese de su candidatura. Todo empezó cuando el legislador Alberto Colombres Garmendia advirtió “un premio por no reprobar materias de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Tucumán” pese a que el certificado analítico contenía 19 aplazos. Pero Ojeda Ávila recién desistió de ser nombrado camarista luego de que LA GACETA publicara que se había presentado como magíster aunque reprobó la tesis final, según informaron representantes de las universidades de Barcelona y de Mar del Plata que organizaron el posgrado.

En el Consejo que preside Antonio Estofán informaron que no habían valorado los antecedentes cuestionados para incorporar a Ojeda Ávila en la nómina de candidatos a juez precario. Y precisaron que el título de posgrado considerado apócrifo recién había sido presentado en concursos convocados recientemente. Ojeda Ávila competía para ser vocal titular de Apelaciones en lo Penal de Instrucción; de Impugnación (en seis concursos diferentes) y de la Sala I de la Cámara Penal de esta capital.

La decisión de excluir al postulante fue discutida a puertas cerradas por los consejeros Estofán, Elena Grellet, Ivonne Heredia, Luis Cossio, Fernando Juri, Roque Cativa, Fernando Valdez, Martín Tello, Diego Vals, Marcelo Fajre y Julieta Tejerizo. La sanción aplicada está prevista en el artículo 23 del reglamento que establece que todo el contenido de la presentación del postulante tiene el carácter de declaración jurada. “La verificación de una presunta falsedad de datos u omisión de información impuesta obligatoriamente en este reglamento será considerada falta grave, y se dispondrá por el Consejo su exclusión de la lista de inscriptos, sin perjuicio de otras responsabilidades en que pudiere incurrir. La decisión será irrecurrible”, añade el artículo mencionado.

Ojeda Ávila no aportó el diploma original de la maestría pese a que recibió dos intimaciones del CAM. En una nota dirigida a Estofán, explicó que había perdido documentación de respaldo por “inconvenientes técnicos con su computadora” y que estaba tramitando un certificado analítico del posgrado. El letrado incluso informó el número de teléfono de un contacto al tanto de sus gestiones (una tal “Sra. Natalia”) en la Universidad Nacional de Mar del Plata, contraparte en este país de la Universidad de Barcelona. “Esa institución, por medio del director de la maestría, contestó que aseguraba que el abogado no había obtenido el título”, manifestó la secretaria Sofía Nacul a los consejeros. Antes de desalojar al público de la sala, Estofán opinó: “es un título falso”. Fajre dijo que no entendía cómo había podido ocurrir semejante engaño. Cossio fue más pragmático: “(Ojeda Ávila) no cumplió con las intimaciones y, por ello, hay que aplicar el artículo 23”.

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