El empate le impidió a San Martín salir del descenso, algo que deberá buscar en el clásico

Al menos una semana más.

UNA MURALLA. Leonardo Burián desbarata un intento ofensivo de San Martín. El arquero de Colón fue la máxima figura del duelo y sobre la hora le sacó un cabezazo extraordinarioa a Rodrigo Moreira la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO UNA MURALLA. Leonardo Burián desbarata un intento ofensivo de San Martín. El arquero de Colón fue la máxima figura del duelo y sobre la hora le sacó un cabezazo extraordinarioa a Rodrigo Moreira la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO

Que en el horizonte aparezca el archirrival quizás haya influido en el ánimo general de los fanáticos que dejaban ayer por la noche La Ciudadela, luego de ese 0 a 0 que dejó un sabor amargo.

El hincha quiere ganar siempre, más si enfrente está el clásico rival. Por eso el público en Bolívar y Pellegrini cantó pensando en el juego del sábado en el Monumental y por ese motivo, el hecho de no haber podido quebrar a Colón haya apaciguado un poco los ánimos.

Porque si bien el “Santo” no pudo obtener su tercera victoria en fila en el torneo y se quedó con las ganas de salir por primera vez de la zona de descenso, no jugó para nada mal. Hizo todos los méritos para quebrar a un amarrete “Sabalero”; tuvo juego, muchas ganas, sus jugadores se comprometieron con la causa y además generó varias situaciones para pegar el grito sagrado.

Cosas positivas

Pero la pelota no quiso entrar y debió conformarse con un punto que suma de cara a la cosecha anual en la que el conteo debe llegar como mínimo a 30, para así asegurar su lugar en la próxima temporada, pero que le impide de momento dejar atrás esa zona caliente que por momentos le “carcome” la cabeza.

Pero a la hora de desmenuzar el rendimiento “santo” se pueden encontrar varios aspectos positivos. El retroceso defensivo está cada vez más aceitado. Ayer, cuando el visitante tomaba el control en el medio, rápidamente Matías García bajaba y formaba una línea de cinco que tiraba por la borda cualquier intento de la visita por lastimar a un San Martín que sabe que lo primero es cuidar su arco.

UNA MURALLA. Leonardo Burián desbarata un intento ofensivo de San Martín. El arquero de Colón fue la máxima figura del duelo y sobre la hora le sacó un cabezazo extraordinarioa a Rodrigo Moreira la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO UNA MURALLA. Leonardo Burián desbarata un intento ofensivo de San Martín. El arquero de Colón fue la máxima figura del duelo y sobre la hora le sacó un cabezazo extraordinarioa a Rodrigo Moreira la gaceta / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO

San Martín no sufrió atrás, salvo en una jugada de Javier Correa, que aprovechó un pase filtrado cuando el “Santo” estaba enceguecido buscando una victoria que merecía pero que no pudo ser.

También a la hora de jugar, Tino Costa es cada vez más importante. Cuando la pelota pasa por sus pies San Martín parece otro equipo. Da un salto de calidad, se encienden las alarmas de la defensa contraria. Mucho más cuando el ex Fiorentina y Valencia se conecta con “Caco”, más allá de que ayer eso no se haya dado con tanta fluidez.

Pero, así y todo, sin mostrar un juego descollante el “Santo” acorraló a Colón, lo presionó contra su arco. Se lo llevó por delante con furia, sobre todo en el segundo tiempo.

Los cambios de Gastón Coyette mandaron ese mensaje. Con varios jugadores de vocación ofensiva, intentó asegurar tres puntos más que hubieran venido al pelo justo antes de visitar al “primo”.

Pero claro, el empate de local baja la moral, sobre todo porque ahora llega el clásico y no es lo mismo que llegar con el viento a favor que hacerlo con el bajón de no haber podido ganar en casa un partido que pintó tan favorable.

A buscarlo en el clásico

Así, San Martín sigue en zona descenso, aunque haya jugado bien y haya tenido chances para pegar el salto. Ahora, deberá esperar una semana más para dejar atrás ese incómodo lugar. Eso sí, deberá ir a buscarlo contra viento y marea contra Atlético; en un juego en el que habrá mucho más que tres puntos en juego.

Si repite lo hecho con Colón y le adosa más agresividad en los últimos metros nada es imposible. Hoy todo sigue igual, pero el próximo sábado tiene la chance de pegar un lindo zarpazo.

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