Primera victoria de San Martín en la Superliga en condición de visitante. Nada menos que contra Atlético, en un desbordante Monumental. Con el plus emotivo de haber remontado un 0-2, en menos de un tiempo de juego. Y con dos consecuencias que contentan al hincha “ciruja”: se salió, por primera vez en el torneo, de la zona de descenso; y se impidió que el eterno rival alcance la cima.
La fiesta fue casi completa para el pueblo “santo”. Habría sido absoluta si lo hubiese podido vivir en la cancha. Pero se sabe que en la Argentina, excepcionalmente los visitantes van a la cancha. De todos modos se dieron los festejos. Y como en cada ocasión en la que la gente quiere hacerse oír, el sitio elegido fue la plaza Independencia. A pocos minutos de finalizado el partido, un hormigueo “rojiblanco” comenzó a llegar al paseo. Los bocinazos lo prenunciaban varias cuadras antes. En un ratito, los alegres habían cortado la 25 de Mayo, a la altura de la Casa de Gobierno. Y cantaban.
“Les ganamos a los mejores: Racing y Atlético. No hay nada más que decir”, sentenció Gladys Liliana Mateo, quien junto a sus nietos, Valentina Rabaglio y Gastón Fernández, no se pierden ni un partido del “Santo” en la Ciudadela. “Yo salí al centro; pero en mi corazón sabía que íbamos a ganar, y por eso traje la bandera y la camiseta en una bolsa”, contó; aunque a esa altura vestía el “trapo” como si fuese la capa de una superheroína. “Ganarle a Atlético es lo máximo”, saludó; y se fue “volando”.
“Estábamos muy confiados, porque San Martín venía levantando bastante su juego. Sabíamos que íbamos de ‘punto’ -no podemos desconocer los méritos de Atlético, que está haciendo gran campaña-, pero siempre confiamos”, afirmó Rubén Saavedra. “Ya habíamos remontado el 0-3 contra Patronato. Espero que este triunfo sea el punto de partida para que San Martín salve la categoría”, deseó.
Lucía Lagori andaba súper feliz. “Estoy orgullosa del equipo. Ahora vamos con todo, y ojalá que este sea el inicio de la levantada. Nos quedamos en Primera”, prometió. “Siempre tuve fe, siempre. Ganamos porque jugamos mejor que ellos”, celebró Leonardo Echenique. El sufrido pueblo “albirrojo” estalló de alegría; seguramente los festejos se extenderán durante varios días. En especial, cuando se reúnan a comer los asados que les ganaron a los “primos”.