No hay tregua para Macron

En medio de nuevas protestas, buscan una salida a la crisis francesa.

04 Diciembre 2018

PARÍS, Francia.- El primer ministro de Francia se reunió ayer con partidos de la oposición, mientras el presidente Emmanuel Macron buscaba cómo neutralizar las protestas en todo el país por el alto costo de vida, que llevaron a incidentes de violencia y vandalismo en París durante el fin de semana.

La revuelta de los “chalecos amarillos” estalló el 17 de noviembre, como un enorme reto para el mandatario, que intenta superar un desplome en su popularidad por unas reformas económicas favorecedoras para los ricos.

El sábado, los manifestantes sembraron el caos en barrios céntricos de París, quemaron autos, saquearon y destrozaron tiendas de lujo y cafeterías.

Ayer, los manifestantes cancelaron su reunión con el primer ministro tras denunciar “amenazas de muerte” y faltas de garantías por parte de las autoridades. Los manifestantes bloquearon el acceso a 11 depósitos de combustible pertenecientes a la compañía petrolera Total, y 75 de sus estaciones de servicio se habían quedado sin suministro. El movimiento de los “chalecos amarillos”, cuyos partidarios tienen diversas edades, perfiles profesionales y procedencia regionales, comenzó online como una rebelión improvisada contra el alza del combustible, pero se ha transformado en un torrente de ira más amplio por la presión que sufre la clase media por el costo de la vida. El movimiento, cuyos miembros abarcan todo el espectro político, no tiene un liderazgo claro, lo que complica las conversaciones para el Gobierno. Su demanda principal es anular los aumentos previstos en el impuesto sobre el combustible -el próximo en enero- y medidas para ayudar a reforzar el poder adquisitivo. (Reuters)

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