BUENOS AIRES.- Matías Firpo, uno de los atacantes al micro de Boca que derivó en la suspensión de la Superfinal de la Copa Libertadores, rompió el silencio y expresó arrepentimiento por su accionar.
Firpo fue liberado luego de firmar un acuerdo con la fiscal Adriana Bellavigna. En un juicio abreviado, reconoció su culpabilidad, fue condenado a dos años y cuatro meses de prisión en suspenso y al cumplimiento de reglas de conducta.
"Voy a la cancha con amigos y familia. Fue un momento en el que no supe controlar un impulso, del cual me arrepiento porque sé que estuve mal", dijo a TN el simpatizante y sostuvo en sus argumentos: "No soy de hacer ese tipo de cosas; me duele mucho haber pasado por ese momento".
Además, el hincha destacó que "hubo fallas de todos". En su discurso, el agresor reveló que "todos los seres humanos se equivocan".
Explicó el motivo por el que se encontraba en el lugar donde pasó el ómnibus. "Siempre entro por Quinteros y la Policía había cortado la calle. Se estaba juntando mucha gente ahí, porque no dejaban pasar a nadie. Nunca pensamos que iban a hacer doblar al micro por ahí y cuando llegó fue todo un desastre", concluyó.