Atlético, ante Cerro Porteño: a la prueba se remitirá

Es una cuestión de prueba y error. De volver a probar, de insistir, de analizar y de por fin tomar una determinación antes de que la Superliga diga presente. Por ahora nada cambiará en Atlético, ni parece que lo hará, en materia de sumar caras nuevas. Sin embargo, si Ricardo Zielinski tiene una duda, esa pasa por terminar de definir si con los jugadores que tiene a disposición le alcanza para copar los dos perfiles de las bandas de ataque como a él le gusta hacerlo, o bien pide un aporte de sangre nueva.

Si hay algo que los equipos del “Ruso” llevan a cabo a la perfección eso es precisamente atacar y lastimar por los costados. “Está tranquilo, conforme con el trabajo de los jugadores y de la pretemporada”, sostenía un fuente del “Decano” rato antes de embarcarse rumbo a Asunción, la capital de Paraguay donde reside Cerro Porteño, el anfitrión del “Decano” hoy, en un amistoso que le servirá a los dos clubes para mostrar lo que pueden dar de cara al inicio de sus respectivas competencias.

El “Ciclón” utiliza generalmente este primer encuentro de cortesía del año para presentar en sociedad a sus caras nuevas. Ha sumado nombres reconocidos en el fútbol argentino e internacional, caso el ex arquero de River, Juan Pablo Carrizo (también contrató al golero Rodrigo Muñoz), los defensores Salustiano Candia y Fernando Amorebieta, los volantes Julio Dos Santos y Mathías Villasanti, y al centrodelantero Joaquín Larrivey.

Atlético, por su parte, intentará sacarle jugo a esta exhibición desde el punto de vista de lo que el equipo pueda empezar a producir sin el aporte de Guillermo Acosta y de Luis Rodríguez. Desde las 20, en el estadio “La Nueva Olla” habrá acción casi de campeonato, aunque el título hable de amistoso para aflojar las piernas.

De hecho, este partido servirá de banco de pruebas para Zielinski. Se convertirá en una fuente de oportunidades para quienes quizás buscan abrirse espacio entre los “decanos” que habitualmente figuran como elegidos del técnico. “Empieza un nuevo año, por ende hay nuevas chances”, opina Juan Kaprof, quizás el delantero más parecido a Rodríguez a partir de lo que puede proponer como asistidor, no así como definidor, claro está. “La realidad dice que este es un nuevo año y que se renuevan las expectativas. Dios quiera que tenga más chances”, se ilusiona el hombre de River, cuya idea está, precisamente, en ocupar la vacante del “cantante del gol” de Simoca. “Por ahí, al irse el ‘Pulga’, a uno se le abre un poco más el espacio, porque soy delantero. Estoy convencido de que van a venir cosas buenas y que me voy a sentir más importante”, asegura.

Kaprof confía en hacer valer su buena pretemporada, cosa que no surtió demasiado efecto el semestre pasado. “El equipo ya estaba armado y los delanteros también estaban andando muy bien”, acepta el veloz extremo.

No jugará de entrada hoy Kaprof, pero esperará su chance en el banco de relevos del “Decano”, que para la ocasión contará con ocho futbolistas en vez de siete (viajaron 19). “Este año me siento mejor que el anterior. Me sentí bien en la pretemporada. Dios quiera que pueda demostrar por qué Atlético me trajo”. Kaprof quiere revancha, y va por ella.

Unos metros más atrás en el dibujo táctico, pero varios más adelante en el percepción de Zielinski, está David Barbona, el hombre de los dos perfiles que puede ir por izquierda o por derecha, según la ocasión y las necesidades en movimiento de Atlético.

“Estoy tranquilo, con la cabeza metida en esta nueva etapa. Se han ido dos jugadores muy importantes y como sea tenemos que sustituirlos. Y de la mejor manera”, destaca el carrilero, a quien por condiciones le cae el peso de volver a brillar como en tiempos pasados y, a su vez, de hacer olvidar rápidamente a Acosta, que es lo que más desvela a los hinchas. “Hay que hacer todo lo posible para afrontar los partidos como los afrontaba él”, reconoce Barbona, un tanto similar a “Bebé”, con menos ida y vuelta pero más explosivo y con mayor llegada al arco contrario. En resumen, sus cualidades son parecidas a las del bandeño, y a las vez diferentes.

¿Cómo toma el viaje David? Como una prueba a superar. “Cerro es un rival bueno que nos sirve de medida en el ‘frente a frente’”, analiza segundos antes de un “ojalá” silencioso aromatizado con un deseo personal: ojalá vuelve el “Rayo” Barbona, se ríe.