Otro día de caos por la acción de los “chalecos amarillos”

Un manifestante perdió una mano tras la explosión de una granada de gas lacrimógeno Las protestas contra las políticas del presidente Macron ya cumplieron tres meses. La marcha de ayer fue la número 13.

POR LOS CAMPOS ELÍSEOS. Los manifestastantes marcharon ayer cruzando el corazón de París. Las protestas se replicaron en varias ciudades. REUTERS POR LOS CAMPOS ELÍSEOS. Los manifestastantes marcharon ayer cruzando el corazón de París. Las protestas se replicaron en varias ciudades. REUTERS
10 Febrero 2019

Otro sábado de enfrentamientos se registró entre los “chalecos amarillos” y la Policía francesa. Alrededor de tres meses después del inicio de los reclamos, tras haber reunido en su última concentración a casi 60.000 personas, los manifestantes volvieron a marchar por treceavo fin de semana consecutivo.

Un manifestante perdió una mano durante los incidentes. El hombre tomó una granada de gas lacrimógeno lanzada por los antidisturbios con la intención de reenviarla contra los agentes, pero el artefacto le estalló en la mano y se la arrancó.

El hecho ocurrió cuando un grupo trataba de forzar las verjas de seguridad de la Asamblea Nacional, en París. El movimiento de los “chalecos amarillos” pone a prueba su resistencia, pero dividido entre los que buscan tomar un diálogo político y los más radicales, que dirigen sus críticas al presidente Emmanuel Macron.

Los enfrentamientos tuvieron lugar en la puerta de la Asamblea Nacional, sede del Parlamento francés. Los bomberos auxiliaron al herido, que según los testigos no vestía chaleco amarillo, la prenda identificativa de los que se adhieren a este movimiento que se manifiesta contra el Gobierno.

Pasado el mediodía, la prefectura de Policía de París confirmó que no había detenidos. La marcha recorrió las principales instituciones del país, desde el Arco del Triunfo, pasando por el ministerio de Asuntos Exteriores, la Asamblea Nacional y el Senado, a donde se dirigían tras el accidente en el que el hombre perdió la mano.

En otras ciudades como Burdeos, Marsella, Niza, Montpellier, Rouen y Caen también se registraron manifestaciones. En algunas de estas marchas se oyeron críticas a la ley que la Asamblea Nacional aprobó la semana antrerior y que busca controlar los desbordamientos de violentos en el transcurso de las manifestaciones.

Con máscaras

En Montpellier, el grupo de “chalecos amarillos” convocó a una concentración para denunciar el texto, conocido popularmente como “ley antialborotadores”, que consideran “liberticida”. En esa convocatoria anunciaron que se reunirán en la vía pública y que cada manifestante portará máscaras o bufandas para cubrir el rostro, como gesto de protesta.

Otros grupos insistieron en denunciar la represión policial después de que hace dos semanas uno de los líderes del movimiento, Jérome Rodrigues, fue hospitalizado tras recibir en el ojo un proyectil supuestamente lanzado por los antidisturbios.

Mientras tanto, los manifestantes más radicalizados rechazan cualquier forma de representación política. En cambio, los sectores más moderados siguen buscando la forma de organizarse de cara a las elecciones europeas del mes de mayo.

Según trascendió, al menos cuatro grupos que se reivindican como “chalecos amarillos” han manifestado su intención de constituirse en partido. Éric Drouet, el rostro más visible de los radicales, se ha apresurado en descalificarlos al estimar que no representan al movimiento.

“Tienen toda la libertad de presentarse a título personal, pero no con el nombre de los ‘chalecos amarillos’, por eso les hemos pedido que retiren esa denominación”, comentó a la agencia EFE el camionero de 33 años.

La promotora de una de estas listas para las próximas elecciones europeas, Ingrid Levavasseur, se reunió, en Italia con el líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), Luigi Di Maio, que tantea una posible alianza. El acercamiento provocó una crisis diplomática entre Francia e Italia.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios