Por Claudia Nicolini
13 Febrero 2019
PARA TODAS Y TODOS. Usar correcta y consistentemente preservativos es una gran herramienta para prevenir el número creciente de ITS.
Muchas veces es aconsejable que la intimidad sea un juego de tres, donde participen la pareja... y una buena provisión de preservativos, cuyo Día Mundial de celebra hoy desde 2012, por iniciativa de AHF (Aids Healthcare Foundation). Sí, se celebra, porque es una alegría (o lo sería, si realmente tomáramos conciencia de sus ventajas) poder contar con un elemento sencillo, discreto, y -con frecuencia- gratuito para tomar las riendas de nuestra salud sexual y reproductiva. Los hay de todos colores, sabores y texturas; de látex o de otros materiales (una suerte, porque hay personas que son alérgicas); para colocar sobre el pene erecto, o para insertar en la vagina, hasta ocho horas antes del acto sexual, aunque estos, lamentablemente, son casi imposibles de conseguir en la Argentina. (Ver nota “Ponerse preservativo para prevenir infecciones y embarazos no es sólo cosa de hombres”, LA GACETA, 16 enero de este año)
Así que elegí el que más te guste, pero elegí alguno, porque, aunque haya quienes sigan empeñados en negarlo, la evidencia científica demuestra que el preservativo es el método más eficiente (lo que significa eficaz y, además, barato) para protegernos de las infecciones de transmisión sexual (ITS), que siguen creciendo.
En 2016 la OMS ya lanzaba la alerta: unos 357 millones de personas contraían por año alguna de las ITS más conocidas. A ello había que sumar los aproximadamente 36,7 millones de personas infectadas por el VIH.
Ya hace más de dos años de esas cifras, y el panorama (salvo en VIH, para el cual ha habido avances alentadores, aunque la epidemia persiste) no ha mejorado. Más bien todo lo contrario: según la OMS, las ITS provocadas por bacterias (sífilis, clamidia y gonorrea) son un verdadero problema de salud pública mundial, agravado por el hecho de que la resistencia a los antibióticos disminuye cada día más las posibilidades de tratamiento.
El toro por las astas
“Conscientes de toda esta realidad, en 2012 decidimos darle un impulso extra a nuestra campaña constante para incentivar el uso correcto, responsable y consistente del preservativo para prevenir el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, así como embarazos no deseados”, contó Natalia Haag, coordinadora nacional de Prevención y Testeo de AHF Argentina. Así nació este Día Mundial del Preservativo (o del Condón, según en qué país de América latina vivamos), que ya se extendió por más de 30 países. Y no se eligió el 13 de febrero por casualidad: “queremos que cuando mañana, San Valentín, se celebre el amor, se lo celebre con conciencia”, añadió Natalia.
Celebrar cuidando
El carisma de AHF es la promoción de testeos rápidos, masivos, gratuitos, voluntarios y confidenciales de VIH. Por eso para celebrar hoy se realizarán campañas en 20 localidades de varias provincias argentinas, en simultáneo con el resto del mundo. “Además, y como siempre, entregaremos gratuitamente preservativos ‘Love’, nuestra propia marca, y brindaremos información sobre prevención de ITS”, contó Natalia.
Uso consistente de profilácticos
- El preservativo, tanto el peneano como el vaginal, debe ser usado en todo tipo de relación sexual, que no se reduce a la penetración. Esto implica también el sexo oral, dado que todos los fluidos sexuales (vaginales, preseminales) pueden transmitir ITS.
- En caso de relaciones sexuales oro-anales u oro-vaginales es indispensable el uso del campo de látex.
- El preservativo debe ser usado todas las veces que se lleven a cabo relaciones sexuales durante cada encuentro.
- Antes de usarlo, chequear la fecha de vencimiento (la fecha de fabricación no debe ser superior a cinco años) y que el sobre esté intacto.
- Al colocar el preservativo peneano no debe quedar aire en la punta, pues se corre el riesgo de que se rompa. Tampoco se deben usar dos juntos ni lubricantes oleosos (solo los que sean solubles en agua).
- No deben ser reutilizados; tampoco arrojados en el inodoro.
- El preservativo peneano debe quitarse mientras aún dura la erección (para no correr riesgo de que se salga dentro del cuerpo de la pareja sexual).
- Los preservativos deben guardarse en un lugar fresco y seco, protegidos del calor, la luz y la humedad. El bolsillo del pantalón, la guantera del auto o las carteras no cumplen requisitos.
Testeo VIH
En Tucumán se hará el viernes, entre las 18 y las 23.45Elegí saber, y cuidate. En unos 15 minutos podés conocer tu estado de salud. Es gratis, anónimo, confidencial... y te podés llevar preservativos de regalo. La cita es el viernes, por motivos climáticos, en el parque Avellaneda (Av. Mate de Luna 1800). La actividad será llevada a cabo por Identidad Asociación Civil, una ONG de voluntarios que trabajan en sensibilización sobre relaciones sexuales responsables. Además, acompañan y contienen a personas que viven con VIH. Como vino ocurriendo estos años, el testeo del viernes se llevará a cabo gracias a que AHF les provee los insumos, y al trabajo desinteresado de los voluntarios.
Historia del condón
Miles de años de una técnica que está probada, pero no que terminamos de aceptar. Ya los antiguos (bien antiguos, de hecho, mil años antes de Cristo) tenían claro cómo se transmitían las ITS, que desde el tiempo de los romanos se fueron llamadas “venéreas”, en referencia a Venus, la diosa del amor. Se tenía además claro (también desde los egipcios) cómo hacer para prevenirlas: en ese entonces se crearon los primeros preservativos usando fundas de tela, o intestinos de cerdo o de cordero. “Para el siglo XVIII su uso era algo común entre la gente pudiente”, explica Arantxa Lafuente, del Archivo Histórico Nacional de Toledo (España), donde hallaron unos guardados entre la correspondencia de un noble. Estaban diseñados para ser reutilizados, y había que remojarlos en leche para ablandar su aspereza; una vez usados, se desinfectaban con agua tibia y se llenaban de polvos de talco o fécula de papa hasta el siguiente uso. En un extremo estaban cosidos y en el otro tenían un lazo para ajustarlos. Se dice que el nombre condón viene del de un médico llamado Quondam, que los hacía para el rey Carlos II de Inglaterra, pero no hay registros que permitan constatar la existencia de Quondam.
En 1843 Charles Goodyear se dio un gran paso: descubrió la vulcanización del caucho, y además de las cubiertas de las ruedas de los autos, fabricó los primeros preservativos de caucho. Y en 1919, Fredick Killian comenzó a producir los de látex, en esencia, parecidos a los actuales, pero en evolución constante. Recién en la década de 1990 a alguien se le ocurrió pensar en la alternativa femenina, disponible en el mundo (pero no en nuestro país) desde 1992.
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