17 Febrero 2019
Pese a que los entusiastas del ASMR coincidan en alcanzar el Nirvana del sueño, lo cierto es que todavía no existen suficientes investigaciones científicas para corroborar cuáles son los mecanismos corporales que entran en juego.
“El ASMR puede relacionarse con la estimulación de ciertas áreas del cerebro y lo que se conoce como Respuesta de relajación. Se trata de una respuesta hipometabólica donde el cuerpo se distiende y disminuye las reacciones estresoras. Por eso, al ver estos videos se activa una sensación de tranquilidad general”, explica Martín Reynoso, coordinador de Mindfulness del Instituto de Neurología Cognitiva (INECO).
Sin embargo con tantas reacciones diferentes que van desde la irritación al placer, Reynoso opina que en el ASMR prima la subjetividad. “Son videos más bien sugestivos. Las respuestas tienen conexión con otros momentos similares de bienestar y estímulos que ya experimentamos. Gracias a estos es que sentimos o no cierta gratificación”, detalla el especialista.
Para muchas personas estos videos son de lo más extraño. Pero al reflexionar sobre este asunto, puede que en realidad sólo se trata de un traspaso digital de soporte. “Alcanza con ejercitar la memoria para recordar alguna experiencia dónde el sonido de una voz -como la de nuestra pareja o de un familiar que amamos- o las vibraciones de un objeto nos trajeron un sosiego indescriptible”, reflexiona el coach ontológico Carlos Mejail.
Quizás, al final el centro de la cuestión no es otro que la lucha diaria por encontrar espacios alternativos de calma frente a la irrefrenable rutina.
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