El casco de un caído ingles será devuelto a su familia por un ex combatiente argentino

Diego Arreseigor contó la historia de cómo llego la antigüedad a sus manos y el por qué decidió, tantos años después, devolverlo.

11 Marzo 2019

Después de 37 años, un coronel retirado de Malvinas se puso en contacto con una familia inglesa para devolver un tesoro. Un casco de un soldado fallecido en el campo de batalla, que se lo había quedado como recuerdo del suceso de 1982. Viajará a Inglaterra para entregarlo él mismo.

En diálogo con LA GACETA, Diego Arreseigor contó la historia de cómo llego la antigüedad a sus manos y el por qué decidió, tantos años después, devolverlo.

Finalizado el conflicto el 14 de junio de 1982, los comandantes ingleses y argentinos (que quedaron como prisioneros) se ponen de acuerdo en coordinar el alto al fuego.

Dentro de eso, los ingenieros que habían puesto los campos de minas debían reunirse con los adversarios para hacer un registro (de las minas).  En ese trabajo, un día pasando por las posiciones del regimiento donde estuvo en la guerra, Arreseigor encontró equipo de los soldados opositores que habían peleado y fue ahí cuando encontró el casco y se lo trajo a Argentina, reteniéndolo como un tesoro.

“Desde hace unos años que venía buscando al hijo -Craig- para dárselo. El casco tenía la inicial del nombre y el apellido, y con esos datos comenzó la búsqueda”, relató el coronel.

A pesar de todos sus intentos, el ex combatiente no pudo dar el hombre, pero hace dos meses pudo ponerse en contacto con la hermana del caído, Sussan, quién tenía 15 años la última vez que vio a su hermano.

A partir de ahí la cancillería británica se hizo cargo de todo el proceso y por eso se hizo público la situación.

El coronel retirado de Malvinas viajará a Inglaterra para entregar personalmente el casco a la familia del soldado inglés.

En una conversación que tuvieron via Skype (o medio similar), el coronel dijo lo siguiente:

"Pasaron muchos años. Las cosas se ven de otra manera.Yo quiero manifestarte que para mí es un orgullo poder conocerte y hablar contigo.

Gracias por atenderme, por escucharme y recibirme en tu casa de alguna manera.

Es un honor poder viajar a tu país a entregarte las pertenencias de tu hermano. Lo considero una obligación moral, desde que me enteré de tu emoción al saber de la existencia del casco -un momento difícil de describir-.

Es el motivo por el cual he decido viajar a Inglaterra a entregarlo. Si Dios quiere te lo voy a poder entregar personalmente. Es un honor."

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