“Ghosting”: la modalidad que se popularizó para terminar una relación

Quizás algunas personas ya la experimentaron hace años, pero ahora tienen un nombre y con la ayuda de la tecnología e internet se volvió más frecuente.

CONFUSIÓN. La primera pregunta que uno se hace luego de un abandono repentino está relacionada a la culpa: ¿qué hice? CONFUSIÓN. La primera pregunta que uno se hace luego de un abandono repentino está relacionada a la culpa: "¿qué hice?" FOTO TOMADA DE TRYNOTLAUGHS

Quizás te pasó alguna vez: empezás a conocer a alguien, salen juntos un par de meses, se escriben, inician una relación hermosa y está todo perfecto. De repente, de un momento a otro, simplemente desaparece. Te escribió a la mañana, pero no volvió a hablarte hasta el otro día. Te preocupás porque crees que le pasó algo, pero no hay formas de comunicarse porque te bloqueó de todos lados. Te sentís culpable y te preguntás que hiciste. Pasan los días y te frustrás. No hay explicación, no hay un por qué. Si lo viviste, entonces sufriste ”Ghosting”.

Es una modalidad que se instaló –sobre todo- en la generación más joven. Quizás ya existía y algunas personas la experimentaron hace años, pero ahora  tienen un nombre y con la ayuda de la tecnología e internet se volvió más popular.

El término significa “Hacerse el fantasma” (en español) y se refiere al hecho de terminar una relación desapareciendo por completo, de un momento a otro y sin dar una explicación o un cierre a ese tiempo compartido. Esto parece ser lo más fácil para quien decide cortar el vínculo, pero hay que advertir que trae consigo una serie de consecuencias difíciles de superar en la persona que es abandonada.

Solana Vargas no estaba enamorada, pero salía con un chico hacía dos meses y se sentía muy cómoda. Tenía esperanzas que la relación creciera de a poco a partir del momento en que decidieron comenzar. Todo parecía estar muy bien, hasta el mediodía del 20 de enero. “Durante esa mañana me trató de ‘mi amor’ y ‘mi vida’. No había ningún problema en nuestra relación, o por lo menos eso parecía. Al mediodía me dijo que se iba al trabajo y me avisaba cuando llegaba. Unas horas después le pregunté si estaba bien y me contestó que sí, pero que tenía un día complicado y que me iba a escribir por la noche. Antes de dormir quise preguntarle qué le pasaba, pero me di cuenta que estaba bloqueada en todas las redes sociales y no tenía forma de comunicarme con él. Hasta hoy no apareció”, contó Vargas a LA GACETA, sorprendida de que esta modalidad se esté convirtiendo en moneda corriente.

“Primero me sentí culpable, porque pensé que le había hecho algo que le molestó.  Una semana después le pregunté al hermano si por lo menos estaba bien. Me sentía loca invadiendo a su familia, pero me parecía muy extraña su desaparición. Me contestó que sí, pero que no me respondía porque no quería estar más conmigo ¿No era más fácil que me lo diga?”, se planteó Solana.

La psicóloga Florencia Holgado explicó que este tipo de comportamientos tiene que ver con la  forma en la que se gesta la mayoría de las relaciones de estos tiempos, que, según la profesional, son rápidas, intensas y, en algunos casos, sin el mayor esfuerzo.  

“Tengo muchos pacientes que sufrieron este tipo de abandono. Hoy tienen inconvenientes respecto a su seguridad, su autoestima e incluso crean un rencor y les cuesta volver a comenzar otra relación”, explicó la profesional.

Holgado detalló que lo más recomendable es darle un cierre a la relación o por lo menos anunciar la separación. De esta forma, la persona que es dejada no se pasa los días intentando develar un misterio que nunca resolverá y se le despeja la incógnita de si hizo las cosas bien, si las hizo mal o si en realidad la decisión no tiene que ver con ella. “Con decir ‘me voy porque no tengo más ganas de estar con vos’ es suficiente”, afirmó.

Sobre la persona que deja

Es imposible determinar el bagaje psicológico de cada persona e intentar comprender por qué toma una determinada decisión. Pero, en general, según explicó la psicóloga Isabel Romano, hoy los hechos están sostenidos por la inmediatez y la fugacidad con la que vivimos en la vida en general.

“Los jóvenes tienen muchas cosas positivas. Sin embargo, hay  falta de solidez en los valores que hace que las acciones vayan por un carril y la palabra vaya por el otro”, manifestó Romano. Es necesario saber que hay códigos con el otro que hay que respetar, aún si no se compartieron cosas tan profundas.

No solo puede tener efectos psicológicos negativos en la persona abandonada, sino también quien deja, porque le genera un gran sentimiento de culpa y vergüenza, sintiendo que no pueden manejar los momentos difíciles de una relación.

Consejo para evitar el Ghosting

Si bien no hay posibilidad de predecir cómo va a reaccionar una persona a la hora de cortar una relación, Romano aconsejó  a quién no quiere estar más con alguien que siempre será mejor presentarse y dar un cierre honesto y responsable para, al menos, dejar  una buena impresión. Irse sin decir nada no solo ocasiona trastornos en el otro, sino una desilusión y una mala imagen.

Para quienes se sienten inseguros o inestables con alguien, en general,  es recomendable tener en cuenta el grado de manipulación que hay en la otra persona durante el tiempo que permanecen juntos. Tratar de visualizar cuántas veces la persona dice “hoy estoy”, “mañana no estoy”.

“También hay que hacer un análisis propio y saber si existe un autoengaño. Es decir, creer que estoy en una relación con una persona, exigirle actitudes como tal, pero en realidad solo es algo virtual o se están conociendo”, cerró.

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