La Copa de la Superliga sigue siendo un misterio. Está claro que se trata de un torneo de eliminación directa del que participarán sólo los equipos que juegan la Superliga. La mayoría tiene en claro eso, pero su importancia en sí y el interés que despertará en clubes e hinchas, todavía no se dejan ver. Quizás hoy pueda quedar algo de eso en claro, cuando el torneo sea presentado oficialmente desde el mediodía.
Lo que sí está claro es que la nueva copa que estrenará el fútbol argentino les servirá a los equipos para no perder ritmo de competencia. El torneo de 26 equipos a una sola rueda terminará el primer fin de semana de abril. Usualmente, la temporada solía terminar a mediados o finales de mayo, quedando un mes y medio para el inicio de la siguiente.
En este caso, serían cuatro meses entre el fin de la Superliga 2018/19 y el inicio de la 2019/20. Un verdadero hueco en el calendario de cualquier equipo. Justamente por eso fue creada esta Copa en la que Atlético luchará por quedarse lo más posible para estirar así su competencia y no tener unas vacaciones larguísimas, que podrían ser contraproducentes.
El equipo de Ricardo Zielinski está a un triunfo (podría conseguirlo el domingo ante Aldosivi) de asegurarse el sexto puesto y así saltearse la primera fase. Empazaría -de esa manera- recién en octavos de final.
Esa primera fase se disputará entre el 12 y el 22 de abril. Los octavos, entre el 26 y el 6 de mayo. Los cuartos, entre el 11 y el 16 y las semifinales entre el 18 y el 26. La final -será a partido único- está pautada para el 2 de junio.
El peor escenario sería perder esa sexta plaza y caer eliminados en octavos. Con lo que la competencia para el “Decano” terminaría a mediados de abril. Si terminara sexto, por lo menos se aseguraría jugar hasta los primeros días de mayo.
Seguramente, la Copa Argentina ayudará a llenar ese hueco en el calendario si es que llegase a generarse. El equipo espera rival en 16avos. de final (Racing o Boca Unidos) y ese partido se jugaría definitivamente en invierno.
En lo que va de 2019, el equipo jugó sólo 10 partidos (nueve de Superliga y uno de Copa Argentina) y necesita más rodaje. Sobre todo teniendo en cuenta que viene de dos años (2017 y 2018) entre los que sumó casi 100 partidos. Además del lógico cansancio, lo puso a la par de los mejores y la competencia constante fue una de las claves.