Un nuevo juicio oral y público contra la dirigente kirchnerista Milagro Sala, esta vez por "lesiones graves" contra un dirigente social en 2006, comenzó hoy con la declaración de seis testigos ante el Tribunal en lo Criminal 1 de Jujuy.
La audiencia, que se extendió por poco más de cuatro horas hasta las pasadas las 13.30 y en la que Sala decidió postergar su derecho a prestar declaración, pasó a cuarto intermedio hasta el lunes, cuando está previsto que comparezcan los últimos cuatro testigos citados en el marco del proceso.
La dirigente es enjuiciada por los jueces Ana Pérez Rojas, Mario Puig y Claudia Sadir, por la supuesta autoría del delito de lesiones graves calificadas por el concurso premeditado de dos o más personas.
El hecho denunciado tuvo lugar en las dependencias del Ministerio de Infraestructura y Planeamiento de la provincia, el 3 de julio de 2006, contra el dirigente social, ya fallecido, Cristian César Arias, donde este habría recibido una golpiza de parte de Sala y otras personas.
El primer testigo en brindar declaraciones fue Juan Carlos Maidana quien se encontraba ese día junto a Arias en una oficina del primer piso de la mencionada cartera, disponiéndose a iniciar una reunión con el entonces ministro Luis Consentini.
Maidana relató que cuando se encontraban en el lugar, el funcionario recibió un llamado a través del cual le avisaron que estaba subiendo "La Flaca" (por Milagro Sala) y luego se retiró. Inmediatamente empezaron a "sentir gritos" de la dirigente, que preguntaba "¿dónde está ese negro?".
Al llegar a la oficina, según el relato del testigo, Sala le dijo a Arias: "vos sos el que querés matar a mi familia" y empezó a lanzarle golpes, dándole la orden a otras "30 personas" que habían llegado con ella a que hicieran lo mismo.
"Ella fue la primera que entró a golpear. Nos metieron piñas, codazos. Nos levantaban del piso y nos daban contra la pared. Se cansaron de pegarnos", dijo el testigo, al marcar que también eran constantes los "insultos y amenazas" y que fueron golpeados con el barral de una cortina de la oficina.
"No me explico por qué nos agredieron. Ella decía que Lucas quería matar a su familia pero nunca habíamos tenido problemas, aunque sí sufríamos persecución por pensar de otra forma", sostuvo el testigo que tenía junto a Arias una cooperativa.
Mencionó también las distintas lesiones que sufrieron y remarcó que si bien fueron auxiliados por dos personas del lugar, terminaron yendo por cuenta propia hasta un hospital donde les realizaron curaciones.
Los otros cinco testigos que prestaron declaración fueron un perito médico del Poder Judicial, quien reconoció un informe con las lesiones de Arias y Maidana; un efectivo policial a cargo de las tareas de investigación y empleados del Ministerio de Infraestructura y Planeamiento, quienes dijeron que no se encontraban en el lugar cuando ocurrió la golpiza.
Entre los empleados, se encontró José Abdala, a quien pertenecía la oficina y su secretaria en ese momento, Gabriela Montalvo, quienes reconocieron el hallazgo al día siguiente de "manchas y gotas" de sangre en paredes y muebles del lugar. (Télam)