“La buena ‘calicha’ generó excelentes uvas Syrah”

“Rolo” Díaz cuenta que la vendimia fue muy buena. Destaca la gran demanda que hay por los vinos tardíos.

PREPARANDO. Díaz aparece trabajando luego de recibir las uvas del campo. LA GACETA PREPARANDO. Díaz aparece trabajando luego de recibir las uvas del campo. LA GACETA
27 Abril 2019

Luis Rolando Díaz, el enólogo a cargo de la bodega Altos La Ciénaga, explica que “el vino trasciende, genera uniones y emociones, conquista. Por eso, nuestra idea es elaborar, con pasión, vinos que encierren esas sensaciones. Ponemos especial atención y esmero en el cuidado del cultivo, de la cosecha y de la elaboración. Nuestros vinos expresan el valor del terruño y el trabajo del hombre”. Dialogó con LA GACETA Rural, teléfono de por medio, sobre la evolución de la cosecha 2019 y la actual transformación de la vid en nuevos vinos.

- ¿Cómo resultó la vendimia?

- Hoy (por el martes pasado) estamos por “descubar” la primera cosecha de uvas, mientras que la segunda cosecha está aún en los tanques, fermentando. La vendimia ha sido buena, muy linda, con fruta de gran calidad y cantidad, a pesar que nos faltaron lluvias. Los resultados son mejores a los previstos. La fruta Syrah rindió excelentemente, es la gran sorpresa porque esperábamos buenos resultados, pero fueron aún mejores. El resto de las cepas anduvieron bien, pero no tanto como la Syrah. Todas son tintas. Nuestros vinos son artesanales, por lo que tanto van al mercado interno; es imposible exportar.

- Están muy conformes.

- Así es, gracias a Dios. Estamos trabajando en un terreno espectacular, muy calcáreo, de buena “calicha” como expresamos quienes trabajamos en la vitivinicultura. Este buen nivel calcáreo le otorga un carácter especial a nuestros vinos. Además, el clima ayuda mucho, que también es muy importante. Y así tenemos una uva de excelente sanidad. Por eso, trabajamos con mucho profesionalismo sobre la vid, lo que nos permite obtener una excelente materia prima.

- ¿Tienen proyectos nuevos?

- En Altos La Ciénaga siempre estamos trabajando en proyectos nuevos. En este caso, hoy estamos haciendo una mini-vinificación de Tannat, unos 1.000 litros, proceso que terminaremos en barricas de roble. Este proyecto lo estamos desarrollando a unos 2.300 metros sobre el nivel del mar. Los resultados son muy buenos, porque los vinos expresan lo que son estos cerros y el Valle; hicimos varios ensayos y ahora tenemos lo que será un buen vino.

- ¿La falta de agua suficiente es el principal problema?

- Sí, cierto, sigue siendo un dolor de cabeza. Nosotros estamos en Colalao del Valle con 1 hectárea de Malbec; los productores, sin pozo de agua, estamos con muchos problemas; recibimos agua mediante el viejo sistema de distribución por cuotas; algunos productores reciben agua cada 40 días; por eso la producción es muy escasa en esas situaciones. Pero nosotros, por suerte, en La Ciénaga (en el cerro), tenemos riego por goteo en unas seis hectáreas con Syrah y Tannat: agua propia, por lo que la situación es más llevadera; gastamos menos agua y tenemos un mejor aprovechamiento. Allí, hoy tenemos una parte de las vides regadas, pero para la próxima vendimia creo que todo el campo tendrá ese sistema.

- ¿Cómo equilibran los gastos?

- Tenemos gastos muy altos. Eso nos lleva a producir menos uvas en Colalao. Pero con los equipos de riego por goteo mejoró nuestra cantidad y calidad de la fruta que cosechamos. Pero de todos modos, seguimos apostando porque tenemos un buen potencial en el suelo y obtenemos buenas uvas. Eso nos permite producir vinos distintos, de mayor calidad. Y tenemos, también, una excelente sanidad. Todo esto nos ayuda a seguir avanzando.

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