La remodelación de la plaza Independencia y su entorno

Suele ser uno de los lugares más cuidados de toda ciudad y uno de los orgullos de quienes la habitan. Los ciudadanos confluyen en ella para pasear, conversar, leer el diario o un libro, para interactuar con su teléfono móvil, para participar de los actos patrios y políticos, pero también para manifestar su reclamo en contra de los gobernantes. El paseo principal se ha constituido en muchos lugares en la caja de resonancia de la expresión de una sociedad y nuestra plaza Independencia es un ejemplo de ello. Las protestas casi diarias, que incluyen fogatas, cortes en el tránsito, vendedores ambulantes, carpas, encadenados, la convierten a menudo en un campo de batalla. Cualquier insatisfacción popular es motivo para que la gente la exprese en la plaza frente a la Casa de Gobierno. Pero también se la emplea para montar espectáculos musicales o desfiles de moda.

El 9 de abril pasado, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán realizó la apertura de los cuatro sobres de los oferentes participantes en la licitación pública, interesados en el proyecto de mejoramiento de la plaza. Las obras se realizarán con fondos provenientes de un crédito del Banco Interamericano de Desarrollo por un monto de hasta U$S 6,5 millones. La propuesta final presupuestada en el pliego licitatorio se fijó en $ 170.848.819, unos U$S 3,8 millones.

Se anunció que se ensancharán las veredas del entorno de la plaza con la idea de beneficiar al peatón; las calles quedarán más angostas para la circulación de vehículos; se instalará un sistema de iluminación con tecnología LED, se encarará la restauración de la estatua de “La Libertad”, de Lola Mora. Se emprenderán tareas de parquización, se incorporará un sistema de riego, se pondrá en valor la fuente y se incorporará mobiliario urbano, entre otros trabajos. También se renovarán las veredas de la las dos primeras cuadras de la calle 9 de Julio, así como las de la Crisóstomo Álvarez y la San Lorenzo al 400, que constituyen el entorno de la Casa Histórica. “Vamos hacia la peatonalización del área céntrica. Creemos que eso es lo que tenemos que hacer, y lo que vimos en nuestro viaje a Alemania: los cascos históricos de las principales ciudades del mundo son peatonales, no hay acceso para vehículos”, dijo el intendente capitalino.

No es la primera vez que se hermoseará la plaza Independencia. En los últimos lustros, el paseo tuvo refacciones: una data de 1997, cuando se ensancharon las veredas; en 2002, se restauró la estatua de “La Libertad”; en 2004, se renovó la iluminación; en 2008, se colocaron 70 carteles de señalización turística, y en 2016, se reparó la caminería y se pulieron los pisos.

En la nueva remodelación debería tenerse en cuenta no solo la estética, sino el uso cotidiano. Sería importante que el verde no fuese acorralado por el cemento, como ha ocurrido en otras plazas y que los bancos no perdieran su respaldar. Hay sectores donde falta el pasto, de manera que habría que buscar un sistema adecuado de mantenimiento, no solo de riego. Sería interesante si se instalara un baño público para beneficio del transeúnte, como tiene la plaza San Martín, de Córdoba.

Todo intento de cambio suele generar críticas y alguna resistencia. El embellecimiento del paseo seguramente redundará en una mejor calidad de vida y si despierta además el interés de los tucumanos por cuidar la plaza Independencia, habremos dado un paso adelante.

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