Se agotaron los chalecos en los comercios

Desde hace días, y con cierto rechazo por parte de algunos clientes, las ventas de chalecos reflectivos (tanto en locales como la calle) no para de crecer.

UNA IMAGEN QUE SE REITERA. Las infracciones de los motociclistas siguen siendo una moneda común. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI.- UNA IMAGEN QUE SE REITERA. Las infracciones de los motociclistas siguen siendo una moneda común. LA GACETA / FOTO DE JUAN PABLO SÁNCHEZ NOLI.-
14 Mayo 2019

Con puchero o sin puchero incluido, lo cierto es que desde hace dos días la demanda de chalecos y de bandoleras reflectivas hizo que estas prendas se agotaran en varios locales del rubro.

“Desde el viernes la demanda aumentó exponencialmente y ya tuvimos que hacer un nuevo encargo. Por lo pronto, nuestro stock era sólo de chalecos pero si las ventas siguen así, estamos contemplando traer, por su funcionalidad, algunos tipos de camperas y de buzos”, explicó Francisco Mansilla empleado de un local de repuestos para motos de avenida Mitre al 400.

Las ventas de los futuros chalecos reglamentarios son claras pero, si traemos nuevamente a la mesa la disconformidad o conformidad con la medida municipal, los propios vendedores consideran que sus clientes no están del todo felices por la inversión.

“Recién ahora los conductores están teniendo en cuenta su responsabilidad, y saben que son necesarios, pero compran los chalecos con total oposición”, afirma Mariela, encargada de un negocio de repuestos para motos ubicado en la calle 24 de Septiembre al 600.

La opción correcta

Según el material que se elija, existen en el mercado diferentes opciones de chalecos. ¿Cómo saber cuáles son los modelos adecuados?

Según especifica la resolución en cuestión, el chaleco deberá ser amarillo puro, amarillo arena o amarillo naranja; con un mínimo de dos bandas blancas de 60 centímetros de largo y 35 centímetros de ancho.

Además, se podrá utilizar en su lugar otro tipo de prendas de alta visibilidad como las bandoleras (capaces de atarse como los chalecos pero más livianas). Por lo demás, todo depende del lugar donde se decida comprar. Incluso es válido recurrir a los puestos callejeros.

El mejor postor

Ubicada sobre calle Maipú, la pequeña mesa de plástico que coloca Gabriel González todas las mañanas a la salida del Mercado del Norte se encuentra sobrecargada de artículos.

Linternas, enchufes y candados son algunos de los productos que vende, y ahora se sumaron unas llamativas bolsas amarillas. “Más que nada la gente se acerca a preguntarnos los precios y los talles disponibles para hacerse una idea de cuánto tiene que gastar - explica el vendedor-. Estamos vendiendo unos 10 chalecos diarios”.

A prueba y error

En medio de la variedad de voces que se expresan a favor y en contra, la consigna detrás de esta medida municipal es mejorar la seguridad vial.

Consultado sobre si se manejan estudios, análisis o estadísticas respecto de que el uso de los chalecos aporta seguridad vial, el subsecretario municipal de Tránsito, Enrique Romero, dijo que no.

Hay datos, en cambio, de que en México y en Ecuador los resultados no fueron los esperados. En Buenos Aires, para 2017 la medida -dictada por el ex gobernador Daniel Scioli en 2014- ya estaba en desuso.

“En Buenos Aires lo implementaron por ley, por número de patente, o documento y no funcionó el tema, lo mismo pasó en otros lugares -admitió Romero-. Acá puede ser distinto porque lo que se busca es la seguridad del peatón y del conductor. Cada lugar es distinto y tiene su propia cultura”, dijo.

> Precios y opciones  
$ 150
Es el precio promedio que manejan los puestos callejeros.
$ 400
Cuestan en las tiendas de repuestos para motos y negocios afines.
$ 2.000
Salen algunas opciones más abrigadas como los buzos y las camperas reflectivas.

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