CIUDAD DE MÉXICO, Mexico.- Los casi 22 millones de habitantes de la Ciudad de México y la circundante área metropolitana se ahogan desde hace una semana en un caldo de contaminantes producidos por una oleada de incendios forestales y quemas agrícolas, la circulación de más de seis millones de vehículos, miles de actividades industriales, y hasta el vecino volcán Popocatépetl, que tuvo una explosión el jueves por la mañana, lanzando al aire cenizas en una columna mayor a los 1.200 metros. Hasta el agua de lluvia que cayó el miércoles llegaba sucia al suelo, informó el diario “El Heraldo”, de México.
La situación empezó a mejorar hacia el fin de semana y las escuelas públicas y privadas, cerradas desde el martes, reanudarán hoy las clases tras registrarse una mejora en la calidad del aire de la capital. La Secretaría de Educación Pública del Gobierno federal, que tomó la decisión de reabrir las escuelas, dijo que, de todas formas, “permanecerá atenta de las recomendaciones que emitan en los próximos días las instituciones ambientales correspondientes”.
Ayer, la capital mexicana tuvo una calidad del aire de regular a buena, según el Sistema de Monitoreo Atmosférico, y ningún barrio capitalino ni municipio colindante registró contaminación como había sucedido durante la semana.
El martes se decretó la contingencia ambiental por un elevado índice de partículas PM2.5, fruto de numerosos incendios registrados en las afueras de la capital mexicana y de la falta de lluvias. Estas partículas fueron catalogadas como cancerígenas por la Organización Mundial de la Salud y son peligrosas porque, al ser tan pequeñas, no pueden ser filtradas y van directamente a los pulmones.
Desde que se decretó la emergencia ambiental, se suspendieron en la zona metropolitana las clases en las escuelas de nivel básico, bachillerato y en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y se limitó la circulación de vehículos.
Esta zona está formada por Ciudad de México y por unos 60 municipios aledaños, principalmente de los estados de México y de Hidalgo.
La presencia alarmante de partículas suspendidas PM 2.5, hizo que el gobierno de la ciudad decretara cuatro días de la contingencia ambiental, con restricciones al uso de vehículos, cierre de escuelas primarias, recomendaciones de no hacer actividades al aire libre, y, en el caso de niños, adultos mayores, y personas con problemas respiratorios y cardiovasculares, de quedarse adentro de sus casas con ventanas y puertas cerradas. También recomendaron no cocinar con gas, leña o carbón.
El viernes por la noche, la Comisión Ambiental de la Megalópolis suspendió la Contingencia Ambiental Extraordinaria en el Valle de México, luego de cuatro días de mala calidad del aire. Los usuarios de redes sociales, sin embargo, denunciaron que una capa de contaminación aún cubría parte del Valle de México. (Télam-Especial)