El reclamo de los investigadores del Conicet

Es uno de los motores principales del progreso de una nación y debería serlo también para aquellas que aspiran subirse al tren de los países desarrollados. Estos han llegado a ocupar los primeros lugares en el mundo por haber invertido durante décadas en educación y en ciencia, porque saben que el conocimiento es el poder del futuro.

Sin embargo, no es buen tiempo para la ciencia en la Argentina, según lo han expresado los directores de los 265 institutos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de todo el país, que han advertido sobre las graves condiciones que vienen afectando las tareas de investigación. Se refirieron a la desfinanciación sistemática del Conicet, la reducción del número de ingresos a la carrera, la suspensión casi total de la incorporación de personal contratado y la parálisis de obras de infraestructura.

Los investigadores le han pedido al Gobierno nacional un aumento de emergencia del presupuesto del organismo, el cumplimiento de proyectos aprobados, la prórroga de las becas de los jóvenes excluidos, un aumento sustancial en el número de vacantes, la inmediata normalización del directorio del Conicet y la restitución del rango de ministerio a la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. En Tucumán son doce los institutos.

Hace poco más de dos semanas, socióloga Dora Barrancos renunció la jefatura del área de Ciencias Sociales y Humanidades del Conicet; su mandato había concluido en enero pasado pero como no designaban a su sucesor, Mario Pecheny, ella había permanecido en el cargo. Casi simultáneamente a esa dimisión, Marina Simian, bióloga del Conicet, ganó $500.000 en el programa televisivo “¿Quién quiere ser millonario?” y dijo que destinaría el dinero a un proyecto en el que investiga la cura contra el cáncer, Cuestionó al Gobierno nacional, que “viene desde hace varios años ajustando los presupuestos para investigación científica”. El hecho de que una investigadora decida presentarse a un certamen para intentar conseguir fondos para una investigación provocó una espontánea controversia. Por esa razón, el presidente Macri se reunió con ella para interiorizarse del asunto.

El Gobierno anunció el martes que aumentará en $1.000 millones el presupuesto para garantizar el normal funcionamiento de todos los institutos de investigación; este será efectivizado con desembolsos a partir de junio y continuará a lo largo del año. Y el 3 de junio se abrirá la convocatoria del concurso a la carrera del Investigador Científico 2019 para cubrir 450 cargos nuevos. Ayer, el presidente Macri firmó el decreto de designación de los doctores Mario Pecheny y Alberto Kornblihtt como directores del Conicet, que habían sido elegidos por sus pares democráticamente.

En septiembre de 2018, el Gobierno nacional dio de baja a nueve ministerios, entre ellos el de Ciencia y Tecnología que descendió a la categoría de secretaría. En 2015 y 2016 el presupuesto bajó de U$S1.300 millones a U$S770 millones. Más allá del reciente anuncio del PEN, los números muestran que la ciencia no ha sido una de sus prioridades, sino que su atención principal pareciera estar puesta en el comportamiento del mercado y del dólar y en las expectativas de reelección. Mientras los países desarrollados venden caro su conocimiento y reafirman su hegemonía en el mundo, en la Argentina actual la ciencia es parte de una política de achique. Sin educación ni ciencia no hay futuro.

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