Jaguares hacen historia al andar

La franquicia argentina demostró ferocidad para defender su ventaja en un gran final ante Chiefs y se clasificó por primera vez a semifinales.

MISIÓN CUMPLIDA. Javier Ortega Desio y el capitán Jerónim de la Fuente saludan ante los miles de espectadores que soportaron el viento y el frío en el Amalfitani. villarpress MISIÓN CUMPLIDA. Javier Ortega Desio y el capitán Jerónim de la Fuente saludan ante los miles de espectadores que soportaron el viento y el frío en el Amalfitani. villarpress
22 Junio 2019

Lo tenía difícil Gonzalo Quesada cuando aceptó tomar la posta de Mario Ledesma como entrenador en jefe de Jaguares: bajo el mando del ex hooker, la franquicia argentina había completado una tercera temporada con juego y números muy por encima de las dos primeras, rubricada con la primera clasificación a playoffs en la todavía joven historia argentina en el torneo de franquicias más importante del mundo. La NBA del rugby, para que se entienda mejor.

Sin embargo, la llegada de Quesada al timón fue la mejor continuidad posible para un equipo que no para de crecer en todos los aspectos. Venció por primera vez a Chiefs (21-16) y se metió también por primera vez en semifinales del Súper Rugby, quebró su propia marca de triunfos en una temporada (lleva 12, contra los nueve que logró en 2018). Todo eso en base a un juego cada vez más aceitado e integral, que ya no se inclina tanto hacia lo ofensivo sino que muestra mayor equilibrio con la faz defensiva, con formaciones más sólidas y una base más amplia de jugadores en condiciones de ser titulares sin que el rendimiento colectivo caiga en picada. Y eso que a Quesada, ex goleador del Mundial 99, le tocó el desafío de disimular la ausencia del goleador del Mundial 2015, Nicolás Sánchez, quien venía resultando una pieza fundamental tanto en el esquema de Jaguares como de Los Pumas.

El triunfo sobre el equipo neozelandés podrá ser tildado de hazaña por muchos, pero lejos está de serlo: se trata simplemente de los frutos que el sistema UAR venía prometiendo, y que pese a llegar bastante más rápido que la media (lleva tiempo agarrarle la mano al estilo de juego, el trajín de los viajes, el constante cambio de horario y demás implicancias del Súper Rugby), para la corta paciencia de los argentinos nada llega lo suficientemente pronto.

Como era de esperarse, y pese a la confianza que reinaba en el ambiente por jugar en Vélez, Chiefs fue un rival durísimo, que estuvo cerca de amargar por cuarta vez a los Jaguares. El try de Pablo Matera apenas comenzado el partido fue un golpe en frío, pero desde entonces todo costó muchísimo. De hecho, los neozelandeses estuvieron en control del encuentro entre el cierre de la primera parte y el comienzo de la segunda, pero el corazón de Jaguares permitió darlo vuelta y sostener la ventaja con una defensa inclaudicable hasta que Matías Moroni pescó la pelota del partido. El final de la transmisión televisiva mostró a un Quesada festejando alocadamente y en soledad en su cabina. Bien merecido lo tiene.

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