“La organización del Congreso Internacional del Azúcar será una gran oportunidad de desarrollo tecnológico y de negocios para el sector azucarero de nuestro país ya que estos eventos suelen transitar esos caminos convergentes”, aseguró el presidente del Centro Azucarero Argentino, Hernán Maurette, al referirse al evento científico-tecnológico más importante del mundo sucro energético que se realizará por primera vez en Argentina entre el 31 de agosto y el 8 de septiembre.
Las actividades principales del congreso consistirán en la presentación de más de 400 trabajos de investigación y en presentaciones de temas trascendentes para el futuro de la agroindustria, a cargo de destacados expertos internacionales. Así también se realizará una importante exhibición de desarrollos tecnológicos a cargo de empresas internacionales y nacionales.
Se realizará un "precongreso" en Tucumán entre el 31 de agosto y el 1 de septiembre, y luego el congreso propiamente dicho, también se llevará a cabo en Tucumán entre el 2 y el 5 de septiembre, y en Jujuy y Salta, entre el 6 y el 8 de ese mes.
"Vendrán a exponer los referentes más destacados de la industria azucarera del mundo, lo cual permitirá obtener las notas más destacadas de lo que se está discutiendo en materia de tendencias técnicas y prácticas en el negocio a nivel mundial”, analizó Maurette.
Admitió que “el congreso llega a nuestro país en un momento difícil desde el punto de vista económico” y en un contexto internacional donde “la coyuntura no es positiva desde el punto de vista de los precios y los stocks y fundamentalmente por los crecientes proteccionismos que cada vez se exacerban más”. Sin embargo, dejó en claro que los ingenios argentinos "siempre apuestan y reinvierten para que a la actividad le vaya mejor y de forma sostenida a pesar de las circunstancias poco favorables que vienen afrontando en los últimos tiempos.
Por último señaló que “en los últimos decenios la industria sucroalcoholera ha atravesado un proceso de reconversión que bien puede apreciarse en la calidad de sus productos, en las condiciones laborales de sus trabajadores y en la diversificación de la producción".
"Esta reconversión es caracterizada por el aporte de nuevas tecnologías aplicadas tanto en el ámbito cultural como en el industrial y la comercialización”, finalizó Maurette.