En estos días, la gira de presentación del álbum “Cargar la suerte” está llevando a Andrés Calamaro y su banda por distintas ciudades de España, donde lo aclama una legión de fans. Pero después de recorrer la península tiene previsto continuar su serie de shows en Bolivia, Chile, Brasil y Paraguay, para luego recorrer la Argentina, comenzando por Tucumán el 17 de octubre.
En diálogo con LA GACETA, el músico comentó detalles sobre su álbum.
-¿Cuáles fueron tus motivaciones para componer “Cargar la suerte”? ¿Cómo definirías este disco? Algunas críticas sostienen que es el mejor desde la “La Lengua Popular”...
-Ahora “el disco es la gira”… El año pasado fue un proyecto que empezamos y terminamos. En aquel momento estábamos progresando con un disco acústico “de duetos extraordinarios”; en Buenos Aires empecé a escribir letras y compartirlas con Germán Wiedemer que terminó la mayoría de los temas de “Cargar la Suerte”. Grabamos en julio con Gustavo Borner, en Los Angeles. Para escribir tengo diferentes ejes, que no siempre son tormentas personales; es la lírica de la información y del idioma, estaba entre “la Biblia y el uso de anfetaminas en la Segunda Guerra Mundial”, por citar dos motivaciones estéticas y culturales.
- Declaraste varias veces que es “el mejor disco que grabaste” ¿Por qué? ¿Qué tiene de distinto a los demás? ¿Es más visceral? ¿Por eso resolviste así el arte de tapa?
-Los discos no siempre nos representan, porque la música es tiempo real, un disco son 40 minutos de música. Ocurre que trabajar con Germán, los músicos y Gustavo fue ideal, todos grandes compañeros. En las letras, los acordes, los demos, los arreglos para cuerdas y bronces, la grabación en sí misma y la mezcla. Soy yo apoyado en el trípode. Para la tapa hablamos con Álvaro de Fly Factoría. Puedo hacer discos más ásperos, más zombies, más crípticos, Pero grabar un disco es elegir entre 50 discos posibles. Nos representa en una quincuagésima parte.
- ¿Hay alguna canción que te guste más? ¿Cuál y por qué?
-Ahora que estamos tocando, me gusta más My Mafia. Para cantar es especial. Es donde puedo interpretar… el canto más honesto y misterioso.
- “Lo prohibido es una forma de vida”, decís en “Verdades afiladas”. ¿Es por eso que te cuesta tanto dormir?
- Bueno, sí. Tengo severos trastornos de insomnio desde siempre. Pero estoy bien aconsejado. Tengo que convivir con eso y dormir. Las dos cosas.
-¿Sos una especie de Travis Bickle del rock?
- No lo había pensado. El Taxi Driver es un Dr. Jekyll y Mr. Hyde. El trastorno post traumático de Vietnam y el subidón de la medicación. Las armas son mucho más baratas que las guitarras, el taxista vive solo, tiene medicinas y dinero para comprar poder de fuego. Es una épica estadounidense occidental. Tocar fondo y matar a alguien. En Oriente tocan fondo y se suicidan.
- ¿Cómo te preparás para salir al escenario después de 35 años de giras y conciertos?
-Espero nada más. Tomando mate, fumando y escuchando música. Entre recital y recital no hago nada especial. Nada más me visto y vamos a tocar. Hablamos antes un rato. Nos preparamos en la prueba de sonido.
- ¿Cómo es el show que vas a traer en la etapa argentina de la gira? ¿Viene la banda completa?
- Sí, claro. Los mismos y con el mismo recital. Vamos a preparar dos o tres cosas más para Argentina y países cercanos… Estamos agregando teclados, siempre probando cosas, cada recital es distinto.
- En España todos tus shows se venden y las críticas te elogian ¿Cómo estás viviendo todo eso? ¿Qué esperás del público argentino?
-Sabemos que nos van a recibir genial. Nos van a llevar a volar en alfombra.