López Obrador está más cerca del centro que de la izquierda

Aunque critica discursivamente el recorte del gasto público, lo practica en el Gobierno. Esta semana renunció el secretario de Hacienda, quien cuestionó que se tomaran medidas económicas “sin sustento”.

ENOJADO. Urzúa renunció por la “imposición de funcionarios sin conocimiento de la Hacienda Pública”. Reuters ENOJADO. Urzúa renunció por la “imposición de funcionarios sin conocimiento de la Hacienda Pública”. Reuters
14 Julio 2019

CIUDAD DE MÉXICO.- Siete meses después de iniciar su gobierno, enfocado en combatir la corrupción en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador trata de superar una crisis en la que no faltan las críticas por su aparente generosidad con los reclamos de Estados Unidos para combatir la migración ilegal.

¿Qué ha pasado con este hombre de estilo austero y campechano, cuya administración es vista por algunos analistas como un globo de ensayo para el posible retorno de los partidos de izquierda en la región?

¿Ha cambiado “AMLO”?, como lo llaman cariñosamente los mexicanos, formando una sigla con sus iniciales. ¿Es demasiado blando con el presidente estadounidense, Donald Trump?

La renuncia del secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, ocurrida esta semana, ha sacado a la luz una crisis que pone en duda algunos de los postulados presentados por López Obrador en su gestió. El funcionario se alejó de su cargo criticando el supuesto “personalismo” del presidente mexicano.

Urzúa, un economista conservador que buscaba la estabilidad de las finanzas públicas, dijo en su carta de renuncia que en la administración de López Obrador “se han tomado decisiones de política pública sin el suficiente sustento”.

Criticó, además, el estilo del jefe de Estado. “Me resultó inaceptable la imposición de funcionarios que no tienen conocimiento de la Hacienda Pública. Esto fue motivado por personajes influyentes del actual gobierno con un patente conflicto de interés”, afirmó.

Continuidades

Antes de asumir su mandato de seis años, el 1 de diciembre de 2018, López Obrador había señalado que los integrantes de su gobierno se comprometían a no mentir, a no robar y a no traicionar al pueblo.

Hay quienes toman estos principios como una alta exigencia a la lealtad del mandatario mexicano. En contrapartida, es criticado por su baja disposición a la autocrítica.

“No creo que su gobierno se pueda interpretar como una nueva izquierda. La lucha contra la corrupción no es sólo de derecha. Precisamente, lo que el Presidente está haciendo es de derecha, al aplicar recortes presupuestarios. Lo que hay es una continuación de la política económica anterior”, opina Oscar Ugarteche, titular del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Cuando se le consulta sobre la política migratoria, Ugarteche manifiesta que “da la impresión de que López Obrador hace todo lo que le pide Trump”, dado que envió 12.500 guardias a la frontera con Guatemala.

“Por supuesto, se está yendo (ideológicamente) al centro. Por un lado, eliminó subsidios y redujo el gasto público en el marco de una política neoliberal. Es un contrasentido: discursivamente, critica esas políticas; pero las aplica” a la hora de administrar, afirmó el economista.

Eyecciones

La lucha contra la corrupción y el despilfarro estatal también son postulados del gobierno de López Obrador.

En ese marco, renunció también esta semana el delegado del gobierno en el estado de Jalisco, Carlos Lomelín, luego de que se revelaran los presuntos nexos de su familia con una empresa que vende medicamentos a otros Estados del país.

Rupturas

A pesar de que su popularidad se ha incrementado, el presidente mexicano afronta una crisis calificada de “grave” por algunos analistas mexicanos.

El rumbo económico es, quizás, el mayor desafío que enfrenta el mandatario, debido a que la salida de Urzúa del Gobierno podría generar dudas en los inversores de los mercados.

Lejos de asustarse por los vaticinios en su contra, López Obrador rechazó el informe de la correduría Bank Of America-Merrill Lynch que señaló que la economía mexicana ha entrado en “recesión”.

Por el contrario, el mandatario dijo que está aumentado el nivel de desarrollo porque hay una mejor distribución del ingreso.

AMLO enumeró tres factores vitales de la economía: el peso estable y fuerte; que no haya inflación o que esté controlada; y que haya crecimiento.

En opinión del jefe de Estado, en las críticas de los organismos financieros hay una especie de nostalgia por la anterior política económica neoliberal que aplicaba México.

“El lado bueno es que López Obrador está desarmando toda la red mafiosa del poder que había construido el PRI (Partido Revolucionario Institucional), junto con el partido Acción Nacional, durante 70 años”, opinó Ugarteche. (Télam)

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