31 Agosto 2019
“La cosecha presenta un avance del 97%, restando sólo algunos lotes aislados para terminar. En base a relevamientos satelitales, se estima que en la provincia se cultivaron alrededor de 88.000 ha con maíces de diversos cultivares y germoplasmas adaptados, con diferentes eventos. Los rendimientos tuvieron picos de 9.800 kg/ha, y la media a nivel provincial fue de 7.500 kg/ha”, comienza diciendo el informe que elaboró el ingeniero agrónomo Ricardo Rodríguez, especialista en granos la Unidad de Extensión y Experimentación Adaptativa INTA Famaillá.
Su informe se completa con los siguientes detalles:
Calidad: Desde el inicio de la cosecha en el mes de junio hubo problemas sanitarios del género Fusarium, debido a los ambientes con bastante humedad, lo cual coincidía con épocas fenológicas de floración y llenado de granos. Pero la situación mejoró con los días, en base a las variedades y ambientes cosechados.
Humedad del grano: Los primeros maíces llegaron a guardarse con un 15%, pero debido a las condiciones ambientales terminaron haciéndolo con un 11% y un 12% en los diversos sistemas de almacenamiento (plantas fijas y bolsas plásticas). Con el avance de la cosecha, a fines de junio y todo julio se observó entre un 10% y un 13% de granos dañados (partidos mecánicamente), una cifra importante para esta etapa de almacenamiento y cuidado de los mismos hasta su transformación y/o uso.
Almacenamiento de los granos: Se estima que la capacidad de acopio de las principales plantas se encuentra ocupada en un 50% hasta la fecha, lo que demuestra que el productor utilizó otros sistemas transitorios como las bolsas plásticas, ya sea por inconvenientes o cuellos de botella en los fletes y cupos de ingreso a las plantas. Esto coincide, además, con que este año en particular aumentó un 20% la demanda de este tipo de almacenamiento, que oscila las 430.000 bolsas a nivel nacional, de las cuales el 30% son utilizadas para forrajes y el resto para granos en general.
Control de calidad: Para garantizar la calidad del maíz durante su estadía en las bolsas plásticas, es importante monitorear frecuentemente la integridad física de la bolsa, evitando el ingreso de humedad y minimizar el deterioro de los granos por formación de hongos. Por otro lado, se debe tener en cuenta que con el aumento de la temperatura ambiental (mayor a 25°C) a partir del mes de octubre, comienza la actividad de plagas insectiles en el interior de la bolsa, por lo que es necesario el monitoreo mediante los calados y verificación de actividad biológica y la realización de un nuevo control con los productos permitidos para granos almacenados.
Entrega del material: Es necesario realizar el monitoreo y control de insectos vivos con un tiempo aproximado de 10 días de antelación a la entrega, para evitar residuos en los granos y/o rechazo de los mismos.
Lo más popular
