El juzgamiento del funcionario de Las Talitas revela irregularidades en la Intendencia de Najar

Testigos dijeron que firmaron recibos en blanco; que recibieron presiones para proteger al imputado y que perdieron el trabajo por no colaborar.

INSTANTES PREVIOS A LA DECLARACIÓN. El funcionario público imputado Agustín Ruiz se dirige al centro de la sala; atrás, su defensor Luis Monteagudo. INSTANTES PREVIOS A LA DECLARACIÓN. El funcionario público imputado Agustín Ruiz se dirige al centro de la sala; atrás, su defensor Luis Monteagudo. FOTO ANTONIO FERRONI / LA GACETA

Los esfuerzos de Agustín Ruiz, director de Empleo e Intermediación Laboral, y concejal electo de Las Talitas, por desligar al intendente justicialista Carlos Najar de su causa penal no rindieron los efectos buscados. La gestión de Najar, que no está imputado y ni siquiera fue llamado a declarar como testigo, recibió una montaña de cuestionamientos en el juicio oral que comenzó ayer por las supuestas exacciones ilegales agravadas atribuidas a Ruiz. Los testimonios de Dora Beatriz Cura, Víctor Hugo Heredia y Celia Maza expusieron irregularidades llamativas. Esos relatos dejaron a la vista presuntos recibos firmados en blanco; presiones para proteger al funcionario público imputado; descontrol administrativo; supresión de pruebas y represalias. Cura y Maza dijeron concretamente que perdieron su trabajo en la Municipalidad por rechazar los abusos de sus jefes políticos.

Fue tal la catarata de irregularidades ventilada en la Sala II de la Cámara Penal de esta ciudad, y en presencia del tribunal completo (Gustavo Romagnoli, Luis Morales Lezica y Eduardo Romero Lascano) y del fiscal Daniel Marranzino, que por momentos pasaron a segundo plano los presuntos hechos ilícitos en tela de juicio. De jeans, zapatos claros, campera de cuero y con los lentes de sol colgados en el escote de la camisa, Ruiz negó haber exigido a sus entonces colaboradores Cura, Heredia, Gabriel Sleiman y María Pastora Cholffi la entrega de $ 5.000 de los casi $ 8.000 que aquellos percibían en marzo de 2016. El director incluso dijo que Heredia lo había citado a él a la reunión que todos mantuvieron en un bar del Hiper Libertad y donde hablaron de dinero.

“Teníamos una caja chica (en la Oficina de Empleos) para gastos sociales. Empecé a hacer esta ayuda en la parroquia Cristo Rey con los sacerdotes Luis Michel y José Abuín”, afirmó Ruiz. En su declaración abundaron los giros inesperados, como cuando, instado por su defensor Luis Monteagudo, comentó que había crecido económicamente tras acceder a la función pública: pasó de tener un plan a comprarse un auto. Hincado por el abogado querellante Gustavo Morales, el imputado, que ganó una banca de concejal en las elecciones del 9 de junio mediante una lista acoplada a la de Najar (quien logró la reelección), terminó reconociendo que no sabía de dónde había salido el certificado de buena conducta exigido para inscribir una candidatura en la Junta Electoral Provincial (se informa por separado).

Se fue tras oír su nombre

Abundaron las curiosidades en este debate poco corriente en el sistema judicial provincial respecto de una práctica de financiamiento ilegal de la política que, a juzgar por las numerosas denuncias y versiones, sería muy común en los distintos niveles del Estado -ver apostillas por aparte- .  

En la sucesión de detalles coloridos se destacó un incidente con una mujer llamada Vanesa Cruz que fue identificada como “mano derecha” de Ruiz por la testigo Maza. Esa ex colaboradora del funcionario acusado relató que Cruz trabajaba en la Dirección Provincial de Vialidad, pero que, sin embargo, iba a menudo a la Oficina de Empleo de Las Talitas. Tanto lo hacía que, junto a otro dependiente de Ruiz, Walter Otarola, llevó a Maza a declarar ante la fiscala Adriana Reinoso Cuello, según relató la propia testigo. “Los dos me trajeron a la Fiscalía. Cruz me decía que yo debía desconocer a Heredia y a Cura porque de eso dependía mi estabilidad laboral. Y mientras íbamos en el auto me exigían que trajese una copia del testimonio. Creo que también llevaron a (las testigos) Cholffi, (Beatriz) Giménez y (Silvia) Gómez”, añadió Maza. Esas palabras repercutieron en el público: una señora, que había estado con un teléfono en la mano, se levantó y se fue. Era Vanesa Cruz. Los jueces advirtieron tarde la situación. Cruz se había retirado tras oír su nombre, según los policías a cargo de la seguridad de la sala.

“Vi demasiadas cosas”

Entre lágrimas, la ex empleada municipal Maza refirió que Ruiz hizo que preparara su declaración testimonial con Víctor Safe, secretario de Gobierno de Najar. La acompañante terapéutica dijo que observó “movimientos raros” en la repartición del imputado luego de que Cura y Heredia lo denunciaran. “Vi que el director destruía las planillas de asistencia donde constaba nuestra entrada y salida, con nombre, apellido y firma. Luego quemaron los papeles. Envié imágenes de las planillas a Heredia y todavía tengo las fotos en la memoria de mi teléfono”, dijo y se comprometió a aportar los archivos.

La ex colaboradora aseguró que ella no se prestó a la mentira porque había trabajado con Cura, Heredia y los restantes testigos a las órdenes de Ruiz. “El director y su entorno me decían que no podía tener amistad con los denunciantes. En diciembre de 2016 me dejaron sin trabajo porque ya ‘había visto demasiadas cosas’”, enunció. Entre otras escenas, precisó que, cada vez que cobraban, Cholffi, que se desempeñaba como recepcionista, iba a la oficina de Ruiz y salía llorando: “me decía que el director le había pedido el dinero. Muchas veces le pregunté por qué se lo daba y me respondía que no le quedaba otra opción”.

Tanto Maza como Heredia y la querellante Cura expresaron que Ruiz exigía el sueldo para Najar. Los últimos dos reiteraron que el imputado les impidió volver a los puestos de trabajo luego de que se negaran a entregarle la suma. Cura y Heredia manifestaron que habían accedido a la Oficina de Empleo en virtud de un contrato de seis meses con la Comuna de El Mollar, y luego de “trabajar políticamente” con Najar en la campaña de 2015. “Es un arreglo que hay entre los municipios y comunas. No me meto ahí”, comentó Heredia. Estos acuerdos con cargos públicos sacaron de su circunspección al camarista Romero Lascano. “No puedo hacer preguntas aclaratorias sobre un contrato que me excede”, reconoció el juez.

En sus respectivos testimonios, Cura y Heredia expresaron que el intendente se quedó de brazos cruzados cuando le contaron el conflicto existente con su funcionario, y que los amenazó con “meterlos presos” si iban a la Justicia. Heredia, que siguió trabajando en la Municipalidad aunque con el concejal justicialista Miguel Lanieri, se careó con Ruiz. “Vos me llamaste para que vaya al Hiper”, aseguró el acusado. “¿Cómo te voy a citar yo para que vos me quites $ 5.000?”, interrogó el testigo y denunciante.

El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta el 4 de octubre a las 9. En esa audiencia deberían ser exhibidas las fotos que tomó Maza y reproducida la grabación de la reunión en el bar del Hiper Libertad. Cura, que acotó que Ruiz la había hecho firmar recibos en blanco, expresó este viernes que ella registró abiertamente la discusión con su celular. Y agregó: “yo le avisé (al director) que iba a grabar y él me dijo que le daba igual porque no le iba a pasar nada”.

Los cuestionamientos en síntesis

Contratos de El Mollar. Los denunciantes de Ruiz figuraban como contratados por la comuna, pero trabajaban en Las Talitas.

La agente de Vialidad. Cruz, la supuesta mano derecha de Ruiz, trabajaría en Vialidad pero iba con asiduidad a   la oficina de Las Talitas.  

Planillas de asistencia. La testigo Maza dijo que el imputado destruyó los papeles donde constaba la entrada y salida de sus denunciantes.

Recibos en blanco. Cura declaró que firmó recibos en blanco para Ruiz. Maza relató una práctica similar respecto del secretario Safe.

Sumario administrativo. Ruiz mantuvo su cargo y el intendente Najar no abrió una pesquisa interna para deslindar responsabilidades.

Manipulación de testimonios. La testigo Maza dijo que Ruiz hizo que preparara su versión con Safe y que la llevaron a declarar.

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